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Solo queda nuestra historia

Summary:

Se conocieron por primera vez cuando el ojiverde colapso, en aquel hospital, en ese cuarto se encontraron Todoroki y Bakugo junto a un inconsciente Midoriya.
El médico les dijo que no iba a tener mucha oportunidad de vivir sin un corazón nuevo. No había ningún donante y su pequeño brócoli iba a morir.
Por eso ambos estaba comiendo juntos, si alguien entendía el amor que sentían por Midoriya y la decisión que tomaron ambos de ser el donador, era el otro, uno de los dos podía ser el corazón que necesite el menor.
Quien sobreviva, se queda con él. Decidieron mirándose a los ojos.

Chapter Text

—Lo conocí a los cinco años— le comentó Bakugo mientras prendía su cigarrillo. Ver el humo flotar en el aire le hizo recordar su solitaria niñez hasta que apareció un pequeño de pelo verde en frente.

 

_*_

 

Nadie se acercaba a Bakugo, podrías culpar a su carácter competitivo, a su mirada intimidante o los golpes que daba como trampa para quitar el balón y así ganar el partido, todos tenían amigos y formaban grupos, el único solo era el pequeño rubio.

 

Ya a medio año, el pequeño Bakugo ya estaba acostumbrado a la soledad, aun así era el mejor de clase de deportes, sus cuadernos relucían de diez en cada tarea, por eso todos contuvieron el aliento cuando un pequeño Midoriya se acercó hacia él en el recreo para jugar.

 

—Hola—dijo el peliverde con una sonrisa tan brillante que sorprendió un poco al otro niño.

 

—Hola—contestó luego de unos segundos, sus mejillas se sonrojaron levemente apartando la mirada de vergüenza.

 

—¿Quieres jugar?—le preguntó extendiendo una caja con un rompecabezas.

 

Todos esperaban ver al rubio empujar al pequeño, pero les sorprendió a todos los niños ver que solo se encogió de hombros y le hizo un lugar en el banco del patio para jugar juntos.

 

_*_

 

Todoroki sonriendo, la madre de su amigo le mostró las fotos cuando era pequeño, tan pequeño que parecía que se iba a mameluco en cualquier momento.

 

—Me lo puedo imaginar—contestó con una pequeña sonrisa.

 

—Sí, me sacaba de quicio y más de una vez tuve que salvarle de los problemas que se metía.

 

Ambos se quedaron en silencio mirando la ciudad, cada uno perdido en sus recuerdos.

 

_*_

 

Fueron los problemas de salud de Midoriya los que los separaron de Bakugo a los trece, el peliverde terminó en el hospital donde conoció a Todoroki.

 

Todoroki tenía el pelo blanco, igual que su madre, ambos habían sufrido un accidente, pero el adolescente fue el más perjudicado no solo esencialmente sino psicológicamente pues fue su madre quien provocó el accidente a propósito.

 

Tenía un horrible vendaje en la mitad de su cara, se sentía tan feo.

 

—No eres feo—había dicho Midoriya mientras tosía con fuerza.

 

—G-gracias—respondió un sonrojado Todoroki.

 

—El rojo te queda bien—elogió con una sonrisa.

 

_*_

 

Los dos jóvenes de veintiún años caminaron juntos al Mcdonald's más cercano, el olor de la carne cocinada y el queso derretido les hizo rugir el estómago.

 

Sus ojos se fueron a parar a la pareja que se besaban y sonreían.

 

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Antes de irse Bakugo llevó a Midoriya a su antigua escuela, era de noche, casi la una de la mañana cuando ellos entraron ilegalmente al establecimiento.

 

Tomaron asiento en el banco de hormigón, mirando el patio donde jugaron tantas veces.

 

—Mañana te vas—comentó el rubio con molestia, Midoriya lo observó un poco triste.

 

—Te extrañare mucho—susurró.

 

—Lo sé—contestó, esa era su forma de decir "yo también"— Pero me asegurare que no me olvides.

 

El ojiverde se giró a mirar a su amigo confundido, iba a preguntar cuando las manos de Bakugo tomaron su rostro y antes de que tuviera oportunidad de entender que sucedía lo besó.

 

El primer beso de ambos con la persona que aman, fue mágico y hermoso.

 

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Había comenzado mal ese día, cuando su madre y padre lo fueron a visitar, Todoroki observó en silencio a sus padres pelear, mientras que Midoriya en la cama de al lado intentaba hablar con su madre.

 

Sus padres se marcharon dejándolo solo de nuevo y con una opresión en el pecho, ya no vería más a su madre, después de salir del hospital se iría a la casa de su padre y su hermano mayor.

 

No entendía a su madre, nunca la entendió, pero la amaba mucho por eso le dolía que sea así. No se había dado cuenta que lloraba hasta que Midoriya acaricio su mejilla a la vez que limpiaba esa gota de agua salada.

 

—Está bien—dijo el ojiverde con una sonrisa intentando transmitirle tranquilidad.

 

Fue cuando tomó la muñeca delgada del menor que supo que estaba perdida por él, así que rápido se acercó a su rostro y lo besó.

 

Ambos temblaron en ese beso, tantas emociones explotaron en sus interiores.

 

_*_

 

Eran tan diferentes, no solo básicamente y de personalidad, sus pedidos eran diferentes. Una vez sentados en la mesa y con la hamburguesa fuera de la caja, sonrieron, notando que el pedido del otro era el que Midoriya elegía cuando se veían.

 

Hamburguesa de pollo y Sprite elegía Midoriya cuando se veía con Bakugo, hamburguesa de carne con cheddar y Coca cola pedía Midoriya cuando salía con Todoroki.

 

Bakugo empezó a comer su hamburguesa de carne con tranquilidad, era la primera vez que no lo devoraba al instante, por su parte Todoroki tomó la hamburguesa de pollo y la comió a grandes mordiscos ya que la ansiedad le hacía estragos.

 

Los dos sabían que Midoriya salía con ambos, pero nunca le reclamaron nada por miedo a que lo dejaran por el otro.

 

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Se conocieron por primera vez cuando el ojiverde colapsó, en aquel hospital, en ese cuarto se encontraron Todoroki y Bakugo junto a un inconsciente Midoriya.

 

El médico les dijo que no iba a tener mucha oportunidad de vivir sin un corazón nuevo. No había ningún donante y su pequeño brócoli iba a morir.

 

Por eso ambos estaban comiendo juntos, si alguien entendía el amor que sentían por Midoriya y la decisión que tomaron ambos de ser el donador, era el otro, uno de los dos podía ser el corazón que necesitaba el menor.

 

Quien sobreviva, se quedará con él. Decidieron mirarse a los ojos en una promesa silenciosa.