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Carlos.

Cuando me entere de la noticia de que Ferrari iba a fichar a Hamilton a través de la presa nunca pensé que iba a pesar en mi retirada tan temprana. Quedaban demasiados años en donde yo podía darlo todo y enseñarles a todos aquellos que valía demasiado como para perderme, no obstante no merecía la pena, estaba tan cansado de sus desprecios, de todas esas carreras o poles ganadas y ninguna bien recibida por el equipo de rojo.

Nunca fui suficiente para ninguno de los equipos a excepción de McLaren, Zack siempre se mostró preocupado por mi decisión, siempre protector e incluso así me apoyó todo lo que pudo….quizás debería haberme quedado allí. 
La alegría que debía sentir por este deporte debería correr por mis venas, esa emoción que era una adrenalina, duele saber que ya no sentía absolutamente nada. 
Parpadee lentamente mientras fingía una pequeña sonrisa mientras subía al podium por última vez, cerré los ojos por unos instante y entonces Lando tenía una mano en mi brazo.

Este chico…mi hermano pequeño, el cual sabía esta dura decisión y aún así me apoyó en este viaje bastante loco. 
La fiesta con el champán no se hizo de esperar, el rocío cayó en mi rostro y sonreí al sentir como una mano se enganchó suavemente por mi cuello haciendo que me girara para ver a Charles. Nos abrazamos con fuerza, dejé un pequeño beso en su cuello alejada de la vista del todo el mundo, los susurros del menor dándome algo des consuelo después de esta carrera…sin saber realmente mi decisión de dejarlo todo…

La gente lo llamaría divorcio…yo lo llamaría salud mental.

–Te amo tanto, Charles. –Susurre con cariño mientras nos separábamos lentamente.

–Yo también te amo. –Susurró el joven.

Normalmente los roces más íntimos nos lo dábamos en privado no obstante no pude evitar alzar mi mano y acariciar su mejilla, sus labios con mi pulgar y mi frente pegándose a la del más alto. 
Este no se resistió, su nariz se rozó con la mía en un gesto realmente tierno y lleno de significado.

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Carlos.

Los nervios estaban a flor de piel, hoy sería el último día que estaría un lugar como este compitiendo, no descartaba el visitarlo para ver a Charles y a Lando…pero no sería lo más habitual del mundo. 
La fórmula 1 había sido lo más importante de mi vida desde que era un niño, la emoción que me daba, la libertad, las amistades y rivalidades que me había dado, fue lo más hermoso del mundo…un deporte que había jugado con mis sentimientos desde el inicio y que poco a poco se convirtió en un infierno.

No podía decir que hubiera dejado un gran legado para que los novatos pudieran seguir mis pasos, no era tan importante como lo era Fernando o Hamilton, aunque en el fondo una parte de mí me hubiera gustado saber que había aportado un granito de arena para mejorar las cosas aquí.

Mi padre tampoco sabía nada de mi decisión, él se esforzó tanto para encontrar un equipo el cual me quisiera en sus filas, para después ir por su espalda para negar el contrato y disculparme en mi nombre. 
Todo era un auténtico desastre no obstante James el jefe de Williams me entendió, incluso pude ver algo de preocupación en sus ojos cuando me miraba. También escucho mis preocupaciones y me dio su número de teléfono junto a un número de un terapeuta muy bien para el comienzo de mi terapia…si fuera Ferrari me hubiera caído muerto y ellos estarían tan felices en su ignorancia que no se hubiera enterado.

Duele, duele demasiado saber qué significa tan poco para un equipo en el cual se había dejado su salud mental trabajando para llegar en donde nos encontrábamos ahora…era culpa mía, padre me había dicho que si no tenía cuidado terminaría mordido y fue así,ñ tristemente.

–Carlos….si no te sientes seguro de comunicarlo aquí siempre lo puedes hacer por redes… –Comenta Lando con cuidado antes de colocar su mano en mi brazo.

–Tengo que hacerlo aquí y ahora. Necesito darle un cierre a todo para comenzar de nuevo y sanar. –Susurre mientras le regalaba una pequeña sonrisa y un apretó en el muslo de mi amigo antes de cambiar la postura en cuanto aparecieron todos para la entrevista.

La entrevista había comenzado bien, entre risas y burlas entre nosotros tres a pesar de que Ando parecía un tanto tenso por la preocupación, Charles…o pobre hombre…debí haberle contado todo esto antes que se enterara de otra forma, no obstante esta sería la mejor opción al menos por el momento. 
Todo bien hasta que llegó la pregunta clave, aquella pregunta sobre mi futuro en algún equipo, un futuro que para mí ya no era en la fórmula 1 aunque ellos ahora mismo no lo sabían.

–Bueno Carlos, este a sido tu último gran premio vestido de rojo, ya no volverás a correr con Ferrari. La pregunta es: ¿cómo  te sientes que Hamilton te haya quitado tu puesto? –Preguntó un entrevistador.

–Si, es increíble que esta sea mi última carrera vestido de este color, no obstante creo que es un alivio, después de todo ya no tendré esa presión. –Comenté con sinceridad antes de pesar la siguiente pregunta. –Fue un pequeño shock el saber que Hamilton era quien me sustituyera, no por que el hombre sea un mal corredor, si no más bien por que Ferrari me había aseguró de que tenían mi contrato para firmar y que me iba a quedar más tiempo. Creo que no lo hice lo suficientemente bien en estos años con ellos.

Aquello último había sido una pequeña broma que hizo reír al resto pero no a Charles, tampoco a Lando el cual había apretado la mandíbula con fuerza y sus ojos parecía comenzar a filtrar su preocupación. Por otro lado Charles parecía querer protestar, no para defender a Ferrari, yo sabía que las palabras que quería decir era lo mucho que yo había trabajado.

–Sabemos que tu padre ha ido a reunirse con muchos de los equipos de esta parrilla, incluso fue a Christian y a Toto Wolf para ver si podía conseguir un puesto para ti en sus equipos pero el que más sonaba era Audi, Cadillac y Williams. ¿Que nos puedes decir al respecto de tu futuro en la fórmula 1? –Pregunta uno más joven que el anterior con algo de nerviosismos 

Por unos minutos realmente tendidos me quedé en silencio, la miradas de todos estaban sobre mi e incluso creo que la gente que veía la fórmula 1 desde sus casas estaban esperando una respuesta clara de lo que iba hacer y donde iba a ir para la siguiente temporada, pero la respuesta era fácil, no había futuro para mí en este lugar…. 
Todo terminó en esta carrera hoy comenzaría una nueva vida con altibajos pero esperaba que hubiera más cosas buenas que malas en este comienzo.

Relami mis labios y tragué saliva con algo de inquietud ya que sabía que esto también lo estaba viendo su padre…la presión volvió a subir y fruncí el ceño antes de sonreír y negar con la cabeza.

–Creo que mi aventura en Red bull terminó cuando estuve en los Toro Rossos y bueno creo que Mercedes tiene a un novato prometer en la mira, además de tener a George un joven piloto bastante bueno en sus filas…en cuanto al resto de equipo me ofrecieron varias cosas muy buenas y la mejor oferta me la hizo Williams. –Comenté con una ligera sonrisa.

–Entonces todo está decidido, ¿te vamos a ver de azul el año que viene? –Pregunta otro.

–Tengo que deciros que no. No me veréis de azul, ni de otro color. –Comenté con decisión.

–¿Carlos? –Pregunta Charles lleno de dudas y confusión en su rostro.

Dolia hacerle esto….

–No me veréis de ningún color el año que viene y tampoco en los años que vienen por delante. Esta es mi última entrevista en el mundo de las carreras tanto de fórmula 1 como de cualquier deporte que tenga que ver con el motor. –Comentó mientras apretaba las manos en mi mono de carreras. –Estoy aquí para comunicar mi retirada.

–¡Eres muy joven para retirarte! –Exclamo uno de los entrevistadores.

–Tienes un futuro por delante….

–La decisión que estoy tomando es por mí mismo y por mi salud. Últimamente no he estado bien mentalmente y creo que retirarme del deporte que una vez me hizo feliz es la mejor decisión que podía haber tenido en mundo tiempo.

No había terminado la entrevista yo lo sabía, no obstante no aguanté más, salí corriendo del lugar para intentar esconderme de aquel infierno antes de que alguien sujetara mi muñeca y me escondiera en un rincón oscuro. Al mirar quién era vi a Oscar Piastri.

–Siento no haberme dado cuenta…pero ahora te protegeré de esos buitres mientras prepararan todo para que puedas irte con tranquilidad a casa a descansar…

–Óscar…..

–Shhh. Todo saldrá bien amigo….

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Charles.

Estaba paralizado en aquel asiento mientras veía como Carlos dejaba la sala de presenta, pude oír como la gente intentaba detener al mayor para que respondiera más a sus preguntas y aún así no miro atrás ni un segundo. 
¿Porque dejaba Carlos todo lo que amaba? Tenía futuro, sus fans seguían amándolo incluso si se iba a a Williams e incluso lo hubiera reflotado como hizo en los equipos en los cuales él había estado.

Lentamente Lando dirigió el paso para ir a la sala de reuniones donde todos los pilotos normalmente nos reuníamos de vez en cuando, fuera de la vista de la prensa, fotógrafos, micrófonos y podíamos escondernos un rato para ser más nosotros mismos que en otro momento.

Todos parecían conmocionados por la revelación, incluido podía ver alguno de los jefes de equipo como Toto Wolf, Zack y James….también reunidos con nosotros para saber el por qué de su decisión.

¿Qué es lo que pasó….?

Lando comenzó a caminar hacia donde se encontraba a Oscar, ambos tuvieron una pequeña charla suave y baja , mientras de vez en cuando asentían con la cabeza y miraban a los otros pilotos por unos segundos antes de separar un poco y ponerse ambos en el centro de la sala.

Ninguno de los dos se mostraron sorprendidos por la decisión de Carlos y sabiendo lo muy buenos amigos que era el mayor con Lando…podría pensar que él sabía desde mucho antes de que lo contara.

–Hay muchas preguntas y respuestas que tenemos que daros. Carlos no está disponible, no se siente del todo bien así que nosotros intentaremos dar las respuestas que podamos a vuestras preguntas. –Comenta Lando mientras miraba a todos.

–Tu lo sabías. No has mostrado ningún tipo de sorpresa cuando lo dijo a la prensa y si lo sabes tú…Oscar también lo hace. –Comenté con voz suave.

–Si. Nosotros dos lo sabíamos desde hacía mucho tiempo, aunque también os digo que fue algo accidental. –Respondió Lando.

–Lo pillamos teniendo un ataque de ansiedad en aquel momento. Nos costó tanto que se calmara y después eso nos contó la decisión…que ya no aguantaba más la presión de estar aquí. –Contestó con cierta frialdad.

La postura de Oscar era realmente protectora a pesar de lo vacía que era su expresión. Su postura era tan tensa, listo para pelear para proteger a alguien que en ese momento lo necesitara y Dios….pensar que en esta ocasión era por Carlos dolía muchísimo.

–¿Porque dejarlo todo? El siempre dijo que jamás se vería lejos de la fórmula 1 o al menos hasta que no llegara la edad de jubilarse…. –Comenta Lewis.

–Era decisión correcta para Carlos y también pesamos que era la correcta. Él quería irse por el bien de su salud y nosotros decidimos que lo apoyaríamos a pesar de todo. –Respondió Lando con cuidado.

–Nosotros veíamos a un Carlos confiado, siempre con una sonrisa…pero en el fondo no se sentía de esa manera. Se sentía vacío, sin ganas de nada más que ir a su casa y echarse en el sofá y no sale más…él intentó que no se notara nada. Hasta que final explotó en un ataque de ansiedad. –Comenta Oscar.

Piastri parecía querer decir algo más no obstante no parecía saber cómo comunicarlo sin que cunda el pánico entre nosotros.

–Detenerlo no era una opción….ustedes no vieron esa mirada…parecía vacía, triste como si no hubiera nada dentro….como si estuviera vivo pero al mismo tiempo no. Como si estuviera su vida pendiendo en un hilo. –Susurró Lando aunque fue oído por todos.

–Carlos nunca se haría daño. –Respondió George.

–Carlos no lo haría. –Susurre suavemente.

–Y hay es donde nos equivocamos todos. La presión de tener un padre que quiere lo mejor para su hijo pero también quiere que sea el mejor piloto del mundo, tener la presión de un equipo que jamás lo ha apoyado incluso si ha ganado las carreras. Los plantones que le hacían cuando ganaba la pole…eso quieras que no termina afectando. –Sentenció Toto.

–Pa….Carlos ¿estará bien? –Preguntó Ollie.

Mi corazón se rompió del todo al saber que Carlos había escondido tanto dolor y que yo no había echo absolutamente nada para cuidarlo…sería doloroso no verlo aquí, corriendo nuevamente, sería extraño….pero como buen amigo y pareja que era lo apoyaría con todo mi corazón.

Lo apoyaría en su nueva etapa.

La mirada de Lando y Oscar estaba sobre mi, una sonrisa se ensanchó en los labios de ambos e hizo una señal como si pudiera irme a buscarlo. 
Sali corriendo del lugar para ir en busca del otro hombre, el cual cuando llegue a los garajes de Ferrari se encontraba recogiendo sus cosas

–Carlos…

–Charles, lo sien……

No deje que terminara la frase, no quería oír su disculpas cuando él no había echo nada malo. Todo lo hacía por el bien de su salud y si era así lo apoyaré siempre. Me lancé abrazarlo con fuerza haciendo que nuestra diferencia de altura fuera más visible. Su rostro quedó pegado contra mi pecho y después lo escondió en mi cuello, sus brazos se enredaron mi cintura con cuidado y pude sentir como su cuerpo comenzaba a temblar.

Los sollozos era suaves contra mi oreja, las lágrimas mojaron mi camiseta y aún así lo único que pude hacer es darle mi apoyo, un beso en la mejilla del mayor y limpiar sus lágrimas con cuidado.

–Estoy contigo…siempre lo estaré y te apoyaré hasta el fin de los tiempo. –Susurre mientras besaba las mejillas y besaba cada párpado causando una pequeña risita del mayor.

–¿Juntos?

–Juntos.

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Fernando.

Hacia tiempo que sentía que las cosas iban mal con Carlos, más bien desde que el muchacho me comunicó que iba a ir a Ferrari. Esa escudería era una de las mejores antiguamente y un infierno desde el año que yo fiché con ellos, de hay en adelante las cosas no habían mejoras, más bien iban a peor. 
Un lugar en donde los campeones del mundo se marchitaban y finalmente se retiraban a causa de la presión, la angustia, los enfrentamientos dentro de la escudería.

Yo lo llamaba el cementerio de los campeones del mundo….Sebastian…Kimi y yo….habia más a los que había destrozado….no obstante no quería recordar aquellos momentos.

Carlos no era campeón del mundo, tenía madera para serlo, siempre trabajando duro y dándolo todo por aquellos que él amaba e incluso por aquellas que tampoco hacían nada por él. 
Carlos lo dio todo por Ferrari y ellos no hicieron absolutamente nada para agradecérselo o comunicarle que estaban contentos con todo aquel desempeño dado durante todo esos años con ellos…en cambio le dieron la espalda, comunicaron que ficharían a Lewis sin decírselo antes a él, dejarle solo cuando gana algún gran premio o incluso una pole, todo eso le hacía que la sangre hirviera de una manera que nunca antes había sentido antes.

Y también estaba preocupado por Lewis…teníamos una historia demasiado cruda y complicada, quizás no pudiéramos ser amigo como gente normal en este momento o al menos hasta que yo realmente no me retirase de la F1.

Observe con mucha atención como Carlos, Oscar  y Oliver hablaban entre ellos totalmente ajenos a todo lo que había a su alrededor, también ignoraban las cámaras en ese momento y sobre todo evitaron que el micrófono oyeran algo de lo que decían cada uno de ellos.

Solte un ligero suspiro cuando una mano algo más grande que la suya, callosa y fuerte se aferró a mi cintura con mucho cuidado de no ser visto por nadie, después de todo estaba casado con este hombre en competo secreto.

–Puedo oír como tu cerebro está pensando a alta velocidad ahora mismo. –Susurra Mark en mi oído mientras dejaba una caricia en mi cintura con el pulgar. –¿Qué te preocupa?

–Estoy preocupado por la salud mental de Carlos…yo estuve allí y pasé por cosas que espero que Carlos no halla pasado….también siento pavor por si él decide hacer todo esto solo. –Susurre suavemente mientras dejaba caer mi cabeza en el hombro del hombre más algo.

En ese momento Mark no dijo nada, se limitó a dejar algún que otro mimo, besos en la frente, cuello y labios y después un fuerte abrazo para mejorar un poco mi estado de ánimo después de toda esta movida. El cuarto de Mark también había reaccionado de forma negativa cuando nombre mi pasado con los de Ferrari, después de todo había algo más oscuro detrás y el mayor lo sabía por lo que yo conté.

Senti la mirada cautelosa de él en mi haciendo que sonriera un poco y volviera a mirar a donde estaban los niños y sonreí al ver a Carlos abrazar a Oliver como si fuera su hijo.

–Tu crees que a Carlos le haya pasado lo mismo que a ti y a Sebastián? –Preguntó Mark con cuidado.

–No solo fue abuso verbal…yo lo sufrí al principio…y al final cuando terminé con el equipo “como recompensa”, sé que Sebastián también lo sufrió por que lo vi sufrir de un ataque de ansiedad….fue complicado. –Comenté mientras veía como Carlos no tenía problema para que lo tocaran.

–Me costó mucho conquistar tu corazón….

–Tu ayudastes a curarme de esas heridas emocionales…incluso Kimi estuvo pendiente de mí en aquel entonces…pero lo miro y parece estar bien. –Comenté mientras intentaba encontrar algún indicio de incomodidad.

–No creo que Fred se haya atrevido a hacerle daño a nuestro niño…ni siquiera se atreverían ya que saben que tú eres su padre y creo que intuyen que hay alguien más detrás. –Susurra suavemente antes de alejarse un poco y mirar también a Oscar. –Son nuestros niños para proteger y te voy ayudar.

Los niños se fueron la vuelta para despues caminar hacia donde nos encontrábamos los dos y comenzaron a contentos su día, lo que habían echo, lo difícil que era encontrar un trabajo para Carlos que no fuera de piloto y después pude ver como todos se quedaron en silencio de golpe.

Ambos vimos como todos se miraron entre sí para después ver como el mayor de todos se sonrojaba, Mark y yo nos miramos unos segundos y nos cruzamos de brazos mientras alzamos una ceja.

–¿Qué demonios habéis echo? –Pregunta Mark.

–No hemos echo nada. –Comenta Oliver de forma inocente.

–Carlos a sido contratado como modelo. –Comenta entre risitas.

–¡Oscar! –Gritaron los otros dos.

Parpadee rápidamente intentando analizar lo que habían dicho en ese momento para después intentar decir algo pero las palabras no salieron en absoluto.

–No creo que sea buena idea…pero te apoyaré en todo lo que podamos. –Comentó Mark.

–Si estás seguro de esto te apoyaré…pero si se atreven hacerte algo que no quieres los mataré. –Amenzace haciendo que los niños se rieran.

–Te diré si algo pasa. –Susurra Carlos.

Con aquellas palabras comenzamos a caminar hacia nuestro hotel, el último día en que vería a mi niño vestir un mono de carreras. Con cuidado Mark y yo nos tomamos las manos y entrelazamos nuestros dedos….para después regalarnos una mirada y una promesa.

Los protegeríamos…..

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Carlos.

Mi nueva vida fuera de la fórmula 1 estaba por comenzar en unas cuantas horas, una vida que esperaba que fuera completamente diferente a lo que había estado viviendo en Ferrari los últimos años. 
Cuando Fernando había venido y mirado con preocupación sabía que estaba buscando, una simple grieta en donde pudiera ir y lanzarse contra Ferrari, no obstante no quería que mi figura paterna en el paddock se hiciera daño o recordara un pasado que este seguramente quisiera olvidar con mucho es fuerzo.

Nadie te prepara para lo que vas a vivir dentro de esta escudería, todo los mecánicos e incluso el director de esta misma te lo pintaban tan bonito que dios mio…te apuntabas sin rechistar, ahora de puertas cerradas para adentro era como una escena de terror. 
Las drogas corrían por todo el lugar en secreto del resto de equipos y de la FIA, lo que hacía Fred con sus pilotos también pasaba totalmente desapercibido para el resto del paddock menos para los que estaban dentro del lugar…aunque Charles no lo sabía tampoco…los segundos pilotos como yo no éramos nada para ellos…así que ellos eran dueños para utilizarnos como quisieran ya fueran por ellos o por los patrocinadores.

Charles estaba a salvo mientras fuera el primer piloto, era el único alivio que mi corazón ahora mismo, no obstante no quería que Lewis pasara por lo mismo que habíamos pasado Fernando, Sebastian y yo….nadie se merecía eso.

A paso decidido fui en busca del que había sido mi rival y mi remplazo para la siguiente temporada, estaba preocupado por él y también por si no creía lo que decía. Tenía terror de que se lo tomara completamente a broma o creyera que era mentira.

Me estremecí suavemente al encontrarme enfrente del garaje de Ferrari, en donde todo cambió para mí, en donde mi vida casi terminó y donde decidí que necesitaba un cambio por completo de todo lo que conocía y lo que antes me hacía feliz.

La mirada de los mecánicos que me veían pasar era como de lobos hambrientos, listos para lanzarse a por mí en cuanto cruzase por aquellas puertas, no obstante se detuvieron rápidamente cuando alguien se paró detrás de mí. Giré ligeramente la cabeza para ver a Pierluigi listo para machacar a cualquiera que se atreviera a tocarme y un poquito más atrás se encontraba Roberto con una expresión más controlada pero aún así se podía ver lo molesto que estaba en ese momento, listo también para saltar si hacía falta.

–Vamos Carlos, te llevaré a donde se encontrar Lewis para que puedas hablar con él. –Comenta Pierluigi colocando una mano en mi hombro y con su cuerpo evitando que los mecánicos o cualquiera de Ferrari me tocara. –Siento llegar tarde…pero cuando Fernando me dijo que te habías ido te busqué como un loco.

–Gracias a los dos protegerme todo lo que pudisteis, incluso ahora antes de irme de la fórmula 1. –Susurre mientras caminaba a paso decidido.

–Debimos haber echo algo más…debistes habernos dejado decirse lo a alguien. –Susurró Roberto suavemente antes de mirar hacia atrás donde los mecánicos y Fred se encontraban. –Quizás así….esos buitre estarían en la cárcel en vez de aquí.

–Nadie me creería chicos…a quien van a creer aún jefe de equipo que lleva años en este lugar o un piloto de carreras…español y que va diciendo que su equipo entero hace lo quiere con el e incluso se lo ofrecen a sus patrocinadores para que hagan lo que quieran mientras no lo maten. No es una opción. –Comenté con irritación y cierta ansiedad.

–Y ¿porque no contarle esto a Fernando o a Sebastián? –Pregunta Roberto.

–¡No! –Alce levemente la voz haciendo que algunos que no se habían dado cuenta de mi llegada se fijaran en mí haciendo que Pierluigi se pudiera más cerca para taparme de su vista mientras caminábamos. –Ellos ya sufrieron…además ya se terminó…solo necesito hablar con Lewis y todo habrá terminado.

Ellos no dieron nada más, tampoco siguieron con el tema y yo me sentí totalmente agradecido por ellos. Sabía lo protectores que solían ser ellos dos cuando se trataba de mí y mi bienestar. Ellos estuvieron al borde de intentar asesinar a Fred a golpes si no fuera por que los detuve y les dije que no merecía absolutamente la pena. 
Al llegar les hice la señal de que se quedaran donde estaban para que no interrumpieran nuestra conversación y así tocar la puerta y pedir permiso para entrar.

Lewis al verme se quedó totalmente sorprendido, no obstante él me dejó paso y me ofreció un poco de agua la cual acepté con total facilidad a pesar de todo. 
La mirada de Lewis era intensa aunque también se notaba algo preocupada, no me obligó hablar, espero con paciencia a que yo decidiera hablar de lo que me atormentaba y eso decía mucho del hombre.

–Yo quiero….desearte suerte en tu nueva etapa junto a Ferrari. –Comenté con cuidado. –Pero también quería venir a advertirte de algo de Ferrari.

–Antes de confesarme nada…necesitas calmar tu respiración Carlos. –Susurra con calma Hamilton mientras se acercaba a mí a paso muy lento como si se estuviera acercando a un animal salvaje asustado.

–Yo….necesito que estés bien. Los segundos pilotos en Ferrari no somos nada para ellos. –Confesé con rapidez y ansiedad antes de sentir como la mano del mayor se colocó encima de mi cabeza y acaricio suavemente mi cabello.

–Respira conmigo…Carlos.

–¡No me estás escuchando! –Grité con desesperación.

–Si te estoy escuchando pequeño….pero aún así necesito que te calmes y respires estás al borde de un ataque ansiedad. –Comenta el mayor con calma mientras me guiaba a sentarme.

Lewis daba ligeras instrucciones para calmar mi respiración, la mano grande de Hamilton se colocó sobre la mía y la colocó encima de su pecho para poder sentir el corazón del mayor y también su respiración haciendo que poco a poco mi respiración, temblor y la ansiedad desapareciera poco a poco.

Fernando era mi figura paterna fuera del paddock y dentro…no obstante Lewis era el padre de todos los que estábamos dentro e incluso también lo de Fernando en algunos terminó ya que Alonso….a veces prefería ver el mundo arder.
Una sonrisa apareció en mis labios cuando ese pensamiento pasó mi cabeza en ese segundo para después mirar al hombre que tenía delante de mi.

–Tu debes tener cuidado….los de Ferrari no es lo que aparenta de puerta abiertas….cuando esas puertas se cierran, mecánicos, Fred y los patrocinadores te harán daño….cosas que nunca te imaginas. –Susurre. –Charles está a salvo pero tú no…eres el segundo piloto ahora.

–No dejaré que ellos ganen pequeño….cuidare de Charles y de mi.

–¿Promesa? –Susurre suavemente.

–Promesa.