Chapter 1: Las lecciones privadas de Ne Zha
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Ne Zha es el típico niño de 12 años que se esfuerza para realizar travesuras, pero no pone el mismo empeño en su desarrollo académico. Si bien era cuidadoso de no reprobar en los exámenes, sus profesores siempre le llamaban la atención por sus malos modales y su apariencia desalineada. El resto de sus compañeros le temían, pues era sumamente brusco al jugar y además era un ger.
En el pasado, los gers solían ser más comunes, pero ahora eran una rareza genética. Durante el periodo imperial, los gers eran respetados porque podían ocupar la posición de concubina o de funcionario debido a que eran hombres que podían dar herederos al emperador. Cuando llegó la era de la República, hubo leyes para asesinar a los gers con la idea de impedir que pasaran el gen a sus descendientes, pero esas leyes se abolieron a finales del siglo XX. Era extraño encontrarse con un ger, pero eran muy distinguibles debido a la marca en su frente. En un intento por protegerlo, los padres de Ne Zha le habían cortado el fleco para cubrir la marca, pero no se podía hacer mucho al respecto si el resto de las facciones de Ne Zha eran femeninas. De hecho, los padres del niño tuvieron que cambiarlo de escuela varias veces cuando Ne Zha estaba en la primaria, pues sus compañeros lo molestaban por su biología. Por esa razón, Ne Zha desarrolló un carácter arisco y no tenía amigos.
—¡Li Ne Zha, quiero que me expliques qué son estas calificaciones! — exclamó Li Jing al ver la boleta de su hijo
—Cariño, prometiste que te esforzarías más en tu primer año de secundaria— dijo la señora Yin sin ocultar su tono de decepción
—¡Es más difícil de lo que imaginé!— Ne Zha se defendió
—No voy a castigarte porque es el primer semestre, pero si no mejoras pronto tus notas cumpliré mi promesa de enviarte al internado militar— dijo Li Jing —Le pedí a Ao Bing que venga a ser tu tutor por las tardes.
—¿Quién demonios es Ao Bing?— preguntó Ne Zha
—¿No lo recuerdas? Es nuestro vecino, jugaban juntos cuando eras pequeño. Hace poco me encontré con su padre, me contó que Ao Bing es el mejor estudiante de su preparatoria— respondió la señora Yin —En dos años tomará el gaokao para entrar a la escuela normal, quiere ser profesor.
—También a él le servirá ver qué clase de niños hay en las escuelas, aun puede arrepentirse y estudiar otra cosa— dijo Li Jing
—¿¡Qué tratas de decirme con eso!?
☆
Al día siguiente en la tarde, un adolescente esbelto y de aspecto elegante tocó el timbre.
—Zha er, ¿me recuerdas?— preguntó Ao Bing
La cara del joven le parecía familiar a Ne Zha, pero no lo recordaba del todo. Suponía que este debía ser Ao Bing, así que solo asintió. Ao Bing le dedicó una sonrisa y se quitó los zapatos para entrar.
—Tus padres me dijeron que habías tenido problemas en la escuela, podemos hacer la tarea juntos y revisar tus dudas.
—¿Eres un perdedor o por qué no tienes nada mejor que hacer más ayudarme con la tarea?— Ne Zha se quejó
—Quiero ayudarte porque somos amigos.
—¡Tonterías! Creo que jamás te había visto en mi vida.
El comentario parecía haber herido al sereno Ao Bing porque detuvo sus movimientos en seco y le dio una mirada llena de frialdad a Ne Zha. El niño sintió como un escalofrío le recorría la espalda, ¡qué miedo! No entendía cómo un rostro tan bello podía transmitir tanta furia, ni siquiera los regaños de su padre ni las películas de terror lo asustaron tanto como la mirada de Ao Bing. Había un vacío en los ojos azules de Ao Bing que transmitían una inquietante sensación de vileza.
—...hoy tengo mucha tarea de inglés— la voz de Ne Zha temblaba, aquella mirada lo obligó a obedecer al instante
—¡Grandioso! Si te portas bien, te compraré un helado— Ao Bing había vuelto a su usual personalidad apacible, lo que le causó aún más miedo a Ne Zha
—Zha er, aquí debes usar going to en vez de will.
—¡No entiendo la diferencia! Ambas se ven iguales para mí. ¿Por qué los extranjeros no pueden usar "mañana" o "luego" como nosotros?— Ne Zha dejó caer su cabeza sobre el escritorio con frustración
—¿Te ayudaría si te digo que going to es para planeas que sí ocurrirán y will para planes que quieras hacer, pero aún no tienes certeza?— preguntó Ao Bing —Por ejemplo, "I'm going to buy you an ice cream" porque es un hecho, ¿verdad?
—No.
Ao Bing soltó una pequeña risa, le daba ternura lo sincero que era Ne Zha.
—¿Y si te lo explico con imágenes? — preguntó Ao Bing sacando su celular
Por mera curiosidad, Ne Zha vio de reojo el fondo de pantalla de Ao Bing para ver si tenía novia o algo interesante, pero era el fondo de pantalla predeterminado del celular.
—Qué tipo tan aburrido— pensó Ne Zha
Ao Bing sacó una aplicación con un memorama y retó a Ne Zha a sacar un puntaje perfecto. El lado competitivo de Ne Zha salió a flote y cuando menos se dio cuenta, ya había entendido el tema y pudo hacer su tarea con facilidad.
—Ya es algo tarde, ¿crees que tus padres se molesten si vamos a la tienda ahora?— preguntó Ao Bing mirando el reloj
—Ellos casi nunca están, en especial mi papá— respondió Ne Zha —Tiene un cargo alto en el ejército y viaja por todo el país. Mi mamá está más en la casa, pero llega muy noche y ya no la espero.
El adolescente sintió lástima por el niño, con razón Ne Zha tenía ojeras tan marcadas, tal vez cuando era incluso más joven esperaba a su madre hasta altas horas de la noche y esas ojeras jamás se borraron.
—¿Entonces nunca cenas con tus padres?— preguntó Ao Bing
—Mi mamá suele preparar la comida el fin de semana y solo la recaliento. Estoy acostumbrado a ver las caricaturas mientras como.
Comer solo era algo impensable para Ao Bing. Su padre también tenía un trabajo que lo absorbía, pero siempre hacía el esfuerzo de volver a casa para cenar con su hijo. Ao Bing nunca había cenado comida fría ni en soledad, por lo que sintió el deseo de brindarle algo de calidez a la vida de Ne Zha.
—Entonces vamos por el helado y también te prepararé una cena caliente— dijo Ao Bing poniéndose su chaqueta y zapatos para salir
—No tienes que ser amable conmigo solo porque mi papá te paga— protestó Ne Zha
En el pasado, los padres de Ne Zha le habían contratado niñeras. Al inicio eran amables con él, pero el carácter complicado del niño las hacía huir, lo que incrementaba la herida de abandono de Ne Zha. Ya no quería que nadie más se le acercara si al final terminarían abandonándolo.
—Ya te dije que somos amigos— respondió Ao Bing —Además no es solo por ti, yo también tengo hambre.
Ambos chicos fueron a la tienda de conveniencia, esa tarde el cielo se tornaba rosa y había cierta nostalgia en el aire. Ne Zha miró el perfil de Ao Bing mientras pagaba las cosas, se veía tan perfecto y radiante que Ne Zha sentía que pertenecía a la realeza. Saber que Ao Bing era tan inteligente y paciente sembró una semilla de aspiración en el pequeño corazón del niño.
Además de ser amable, Ao Bing también era una persona leal, pues cumplió su promesa de comprarle un helado.
—¡Cerebro congelado!— exclamó Ne Zha cuando comió demasiadas cucharadas de helado seguidos
—Zha er, más lento— dijo Ao Bing desde la cocina —Y guarda espacio para la cena.
A pesar de que la cena era un simple arroz frito acompañado de varias verduras salteadas, eso era lo mejor que Ne Zha había probado en su vida. La comida recién hecha sabía mejor que todas las cosas del congelador y no dudó en comer hasta quedarse satisfecho. Si algo tenían en común ambos chicos era su apetito voraz, lo cual tomó por sorpresa a Ne Zha, no se esperaba que alguien con una apariencia tan delicada como Ao Bing pudiera comer como una bestia.
Cuando ambos chicos terminaron de comer, limpiaron la cocina y se acostaron en la sala a ver caricaturas. Todo parecía tan simple, pero a Ne Zha lo hacía muy feliz tener compañía sincera a su lado.
Pronto Ne Zha se acostumbró a la rutina de tener a Ao Bing en casa, sus notas empezaron a mejorar porque se sentía motivado. Los padres de Ne Zha habían notado el cambio en el comportamiento y calificaciones del niño, así que alentaron su amistad.
—¡Ya casi se termina la escuela, si me esfuerzo, pronto llegaré a casa para ver a Ao Bing!— pensaba Ne Zha todos los días
A Ao Bing también le gustaba pasar tiempo con su amigo porque en los ojos de Ne Zha él siempre era asombroso, nunca lo juzgaba ni tenía expectativas irrealistas de él como sus maestros o los chicos de su edad.
Tenían una sólida relación de amistad hasta que una lección de biología cambió el curso de sus vidas para siempre.
Esa tarde, Ne Zha se veía incomodo y tenía la cabeza baja.
—Zha er, ¿qué sucede?— preguntó Ao Bing preocupado
—Casi repruebo el examen sorpresa de biología de hoy— explicó Ne Zha
—¿En serio? Nunca habíamos tenido problemas con esa materia.
—¡B-Bueno, me tomaron desprevenido!— Ne Zha se defendió —Hoy vino una doctora a nuestra escuela a darnos una plática sobre... ya sabes... cómo se forma la vida. Nos explicó las funciones de los hombres, las mujeres y los gers. ¡No me pude concentrar, estaba...!
—Asustado— Ne Zha se mordió la lengua para no decir esa palabra en frente de Ao Bing
—Luego de la plática nos hicieron un examen sorpresa, ¿¡qué demonios!? ¡Ni siquiera me dieron tiempo para estudiar!— Ne Zha se quejó
Ao Bing suspiró con pesadez. Los padres de Ne Zha ya le habían dicho que en la primaria los niños solían molestar a Ne Zha por ser un ger. Tal vez la plática le trajo malos recuerdos a Ne Zha y por eso no se pudo concentrar. Sabiendo que los padres de Ne Zha casi nunca estaban en casa, Ao Bing sintió la responsabilidad de explicarle al niño sobre su cuerpo. Después de todo, era cuestión de tiempo para que Ne Zha entrara en la pubertad.
—Dame tu examen, lo resolveremos juntos— dijo Ao Bing
Había algunas preguntas en el examen que Ne Zha pudo contestar, pero había dejado vacía la parte de nombrar las partes de los sistemas reproductivos vacía. Dejar vacía esa sección casi hace que Ne Zha repruebora.
—Contestaste bien la mayoría, ¿qué pasó aquí?— preguntó Ao Bing
—Me daba vergüenza quedar en ridículo, ¿está bien?— Ne Zha admitió
—Zha er, no puede darte vergüenza tu propio cuerpo, es algo normal— dijo Ao Bing —¿Recuerdas la primera vez que estudiamos inglés? Parece que el apoyo visual te ayuda mucho a aprender, ¿intentamos eso?
—¿¡Qué estás insinuando!?— preguntó Ne Zha desconcertado, pero Ao Bing no le respondió y en su lugar fue por un espejo al baño
—Necesitas aprender sobre esa parte de tu cuerpo— dijo Ao Bing sosteniendo el espejo frente a Ne Zha —Bájate los pantalones.
—¡¿Estás loco o qué!?— Ne Zha se sonrojó ante la petición
—No seas tímido, después yo me bajaré los pantalones para ayudarte a estudiar.
Ne Zha estaba a punto de hacer un berrinche, pero recordó la gélida mirada que Ao Bing le había dedicado el primer día que lo ayudó con su tarea y prefirió ceder a la petición del adolescente. Ao Bing le hizo una seña para que se sentara en la cama y colocó el espejo frente a él.
En medio de sus piernas color miel había una vulva que tenía uno que otro pequeño vello, y un poco más arriba había un pequeño falo que tampoco se había desarrollado del todo. Ne Zha jamás se había visto tan de cerca ni con tanto detenimiento.
—Esto de aquí son tus labios mayores, protegen al resto de tus órganos— explicó Ao Bing señalando en el reflejo del espejo —Luego están los labios menores, usualmente suelen hincharse un poco en el acto sexual.
—¿C-Cómo que eso se hincha?— preguntó Ne Zha desconcertado, la reacción le pareció tierna a Ao Bing
—Ahora separa un poco los labios mayores para enseñarte otra cosa— pidió Ao Bing
—¿¡Quieres que me toque ahí abajo!?
—Ya lo haces para bañarte— argumentó Ao Bing —¿O prefieres que lo haga yo?
Ne Zha negó con la cabeza e hizo lo que el adolescente pidió, ante sus ojos se revelaron más partes de él que eran desconocidas.
—Lo de ahí arriba es tu clítoris, se siente bien si lo tocas, pero también es muy sensible. Así que ten cuidado— dijo Ao Bing señalando el reflejo en el espejo —Debería haber una uretra por aquí, pero como los gers orinan por su pene, tú no tienes. Es la única diferencia entre una mujer y un ger.
—Siento que me acabas de llamar niña...
—Claro que no, Zha er— Ao Bing se defendió, pero al parecer a Ne Zha le molestaba que lo confundieran con una chica —Y por último ahí está tu vagina, es de donde salen los bebés y por donde entra...
—¡Ya tuve suficiente por hoy!— Ne Zha lo interrumpió pateando el espejo y cerrando sus piernas —De lo otro no hay problema, sé lo que es un pene.
—Los penes de los gers y de los hombres también son diferentes— dijo Ao Bing bajándose los pantalones —¿Ves? Tú no tienes testículos externos.
Ne Zha miró la entrepierna de Ao Bing. A diferencia de él, vello púbico adornaba el pene de Ao Bing —que superaba los 12 centímetros aun flácido— y un saco con testículos colgaba debajo.
—Qué extraño...— a Ne Zha le causó mucha curiosidad esta parte del cuerpo de Ao Bing y extendió la mano para apretujarlos. Se sentía como apretar dos pelotas de tenis pequeñas.
—¡Ah, Zha er, eso también es sensible!— exclamó Ao Bing sonrojado, él era mayor que Ne Zha, pero seguía siendo un adolescente de 16 años inexperto y receptivo ante cualquier roce
—¡No te quejes, esta es mi venganza por ver mi cosita!
Ao Bing soltó un gemido ante la estimulación, pero no hizo ningún intento por retirar las manos de Ne Zha de su entrepierna. Pronto el pene de Ao Bing se irguió por completo, su tamaño no era tan diferente a su estado en reposo, pero erecto lucía aun más intimidante. Ne Zha se aburrió de jugar con los testículos y movió sus manos al pene circuncidado de Ao Bing.
—Se ve diferente al mío— comentó Ne Zha
—Ah... aun te falta entrar en la pubertad— dijo entre gemidos Ao Bing —Se desarrollará eso y... uhm... tendrás tu periodo menstrual.
Las manos de Ne Zha eran estimulantes, pero no lo suficiente como para alcanzar el orgasmo. Ao Bing tenía un poco más de práctica en esta área, así que puso su mano sobre una de las manos de Ne Zha y lo guio para hacer la masturbación más placentera. Pronto el adolescente llegó a su clímax y manchó ambas manos de su semilla.
—Iugh, qué asqueroso— Ne Zha se limpió en el suéter de Ao Bing
—Eyacularás tarde o temprano— comentó Ao Bing mientras se quitaba la ropa sucia —Y los gers hacen más desastre al tener un orgasmo.
—¡Mentiroso! ¡Lo dices para hacerme sentir mal!
—Así que Zha er quiere que le muestre, está bien, lo haré.
Ao Bing abrió las piernas de Ne Zha a la fuerza, lo que causó que el niño gritara. Sin embargo, las protestas de Ne Zha pasaron a segundo plano cuando vio de frente la pequeña vulva del ger: parecía una flor exótica. A diferencia de Ne Zha, el adolescente acarició con delicadeza toda la zona hasta que se centró en el clítoris y jugó con el pequeño órgano usando su pulgar. Ne Zha tuvo que morderse la lengua para contener sus gemidos, pero era difícil. El niño experimentó lo que era el placer por primera vez: se sentía bien, pero cada vez que Ao Bing intensificaba sus movimientos aumentaban gradualmente las ganas de orinar. Finalmente, Ao Bing usó sus dedos índice y medio para formar una V y apretar el clítoris entre ellos.
—¡AH!— Ne Zha gimió y también alcanzó su clímax
Para la sorpresa del ger, un poco de líquido salió de su vagina.
—¡Me siento muy pegajoso!— Ne Zha se quejó
—Tomemos un baño.
Ao Bing preparó agua caliente en la bañera, la cual era lo suficientemente grande como para que ambos cupieran con comodidad. Ne Zha dejó que su tutor le lavara el cabello, de todos ya había visto todo de él y estaba demasiado cansado como para bañarse por su cuenta. Al salir, Ne Zha se puso el pijama y Ao Bing usó ropa vieja de Li Jing, pues la ropa del niño le quedaba cómicamente corta.
Después de terminar con las tareas, Ne Zha estaba más somnoliento de lo normal —probablemente por el orgasmo— y se quedó dormido en los brazos de Ao Bing mientras veían la televisión.
—¿Un ger? ¿Estás seguro de que no es una niña?— un niño preguntó en tono burlón
—¡Da igual que sea, con esa nariz de puerquito tan fea nadie lo querrá!— dijo otro niño —¡Come esto, cerda!
Ambos niños se reían mientras le lanzaban comida a Ne Zha en la cara. El pequeño ger apenas tenía 6 años, era su primer año en la primaria y no sabía cómo defenderse de los niños mayores.
—¡Oigan! ¿Qué creen que hacen?— la voz de Ao Bing resonó por todas las paredes del pasillo en el que tenían acorralado a Ne Zha —¡Le diré al prefecto que otra vez están molestando a los de primero!
Los niños salieron corrieron al ver a Ao Bing, pues a pesar de que solo tenía 10 años, su complexión y porte lo hacían parecer más maduro.
—¿Estás bien?— Ao Bing se agachó para limpiar las lágrimas del ger —Eres Ne Zha, ¿cierto? Creo que somos vecinos, te acompañaré a casa.
Ne Zha asintió y tomó la esquina de la camisa de Ao Bing
—¿Y tú quién eres?— preguntó Ne Zha con la voz temblorosa de tanto llorar
—Soy Ao Bing.
Ambos caminaron hasta llegar al edificio donde ambos vivían. Sin embargo, Ne Zha no quiso separarse de Ao Bing.
—Tranquilo, ahora que somos amigos no me alejaré de tu lado— Ao Bing le prometió.
—¡Sí!— Ne Zha le dedicó una sonrisa entusiasta a Ao Bing, nadie había sido tan amable con él —¡Bing gege, eres genial!
Por desgracia, Ao Bing no pudo cumplir su promesa por mucho tiempo, pues los compañeros de Ne Zha lo seguían molestando y sus padres tuvieron que cambiarlo de escuela. Aunque Ao Bing a veces iba a visitar por las tardes a Ne Zha para jugar con él, dos años después ingresó a la escuela secundaria y su rutina de estudios se volvió aún más rigurosa.
A la mañana siguiente, Ne Zha recordó este episodio de su vida que había sepultado en lo más profundo de su mente. Ahora entendía por qué Ao Bing aseguraba que ellos eran amigos y por qué se preocupaba tanto por él. El pequeño ger se estiró en la cama, ¿cómo había llegado hasta ahí?
—Tal vez me quedé dormido viendo la tele y Ao Bing me trajo aquí anoche— pensó Ne Zha
De repente, el recuerdo de lo que habían hecho hizo que se sonrojara. Nunca había experimentado algo tan gratificante, tan solo pensar en las manos de Ao Bing tocándolo encendía todo su cuerpo. Ne Zha se giró en la cama para quedar boca abajo y comenzó a buscar la fricción en su clítoris hasta alcanzar el orgasmo. Su órgano masculino seguía erecto, aunque todavía no podía generar esperma propiamente, así que solo lo ignoró y dejó que el agua fría de la ducha resolviera ese problema por él.
Como era costumbre, Ne Zha solía almorzar en un lugar alejado de la escuela. Sin embargo, al parecer unas chicas habían usado su escondite antes que él para ocultar las típicas revistas de chismes. La curiosidad hizo que Ne Zha hojeara sin interés las páginas de una revista repleta de tests estúpidos y fotos de los actores más populares hasta que llegó a una sección que decía: "10 maneras de iniciar el sexo"
—Lo de ayer no fue sexo, ¿verdad? No me metió nada, no cuenta— pensó Ne Zha
La plática sobre salud reproductiva fue bastante básica y no abordó muchos temas importantes, por lo que Ne Zha creía que el sexo se limitaba a la penetración y, por lo tanto, él y Ao Bing habían hecho otra cosa. Después de recordar que Ao Bing lo había protegido muchas veces, sus sentimientos hacia él habían cambiado y ahora Ne Zha ansiaba hacer más cosas íntimas con su amigo.
El título en caracteres chonchos y de un color rosa chillón lo tentaron a seguir leyendo: Número 10: Cuando ya estás a punto de acurrucarte para dormir, soltar un “¿quieres tener sexo?” puede hacerte parecer brusca. A los hombres les encanta cuando buscas calorcito, les das unos besos y dejas que el momento hable por sí solo. No hace falta ser súper atrevida, también puedes ser tierna, divertida o sutil.
—Bueno, esto no suena tan difícil...
El ger dejó la revista donde la había encontrado y se decidió a probar el consejo que había leído esa misma tarde. Cuando estaban descansando en el sillón después de terminar la tarea, Ne Zha se acurrucó hundiendo su cara en el pecho de Ao Bing. El adolescente corrió una mano sobre el cabello ébano del ger, pero no hizo ningún otro movimiento. Aun cuando Ne Zha se sintió frustrado, no se rindió y decidió meter sus manos dentro de la playera del adolescente.
—¡Me haces cosquillas!— Ao Bing se rió
—¡Ao Bing, no te rías!— esta vez Ne Zha se molestó —¡Intento hacer que tengamos sexo!
Bueno, al diablo, no siguió el consejo de la revista y fue directo, lo que provocó que ambos chicos se sonrojaran.
—Zha er, sabes que lo que hicimos no estuvo bien, ¿verdad?
—¿Por qué? Creí que ayer solo intentabas ayudarme a estudiar.
—Esa era mi intención, pero tú me tocaste primero y... me provocaste— Ao Bing admitió con vergüenza
—¿Y qué tal ahora? ¿Te estoy provocando?— Ne Zha preguntó bajando sus manos al resorte del pantalón de Ao Bing, pero se detuvo ahí para frustrar a su amigo
—Zha er, eres demasiado precoz— dijo Ao Bing antes de besarlo
Ninguno de los dos tenía experiencia besando, así que al inicio sus movimientos eran algo torpes y la saliva se escapaba de entre los labios escurriéndose por sus mentones. Ao Bing subió a Ne Zha completamente a su regazo, por lo que ambos podían restregar sus partes más sensibles aun cubiertas por la ropa. Sin embargo, esta vez Ao Bing fue el primero en perder la paciencia, bajó su pantalón y ropa interior para sacar su miembro, y después le quitó por completo la ropa de Ne Zha. Un pequeño hilo de lubricación vaginal conectaba la entrepierna del ger con su ropa interior, lo que delataba su excitación.
—¿Realmente quieres sentir algo aquí?— preguntó Ao Bing acariciando con su delgado dedo la entrada de Ne Zha
—Sí, ya te dije que quiero tener sexo contigo.
—Lo sé, pero no quiero lastimarte— dijo Ao Bing —Dime si te duele, ¿de acuerdo?
Ne Zha no pensó que la primera penetración sería difícil a pesar de saber que Ao Bing no era precisamente pequeño. Sin embargo, una cosa era verlo y otra muy distinta era sentirlo. Al inicio, se sintió con una presión que poco a poco lo fue invadiendo, era un poco incomodo y doloroso.
—¡Ah!— Ne Zha soltó un quejido cuando Ao Bing había metido por completo el glande y un poco más
—¿Te duele?— Ao Bing preguntó preocupado
—N-no, sigue.
No obstante, Ao Bing esperó un poco a que Ne Zha terminara de acostumbrarse a la sensación. El adolescente estaba tratando de contenerse para no arremeter contra el pequeño cuerpo del ger. El interior de Ne Zha era más cálido y estrecho que su puño, y ver la poca sangre que salió del ger al manipular su himen por dentro excitó a Ao Bing.
—No puedo creer que estamos perdiendo la virginidad, si nuestros padres se enteran nos matan— pensó Ao Bing antes de introducir un poco más de su miembro con estocadas suaves.
El cuerpo de Ne Zha se sentía ligero encima de Ao Bing, el adolescente sujetó de la cintura al ger para controlar sus embestidas e impedir que su miembro llegara hasta el fondo. Ambos chicos por fin hallaron un ritmo adecuado, pronto la sala se llenó del obsceno sonido de sus cuerpos encontrándose y sus respiraciones agitadas.
El ger había descubierto que le gustaba la sensación de tener algo tan cálido dentro de él, aunque esa sensación no era lo suficientemente placentera como para llegar al orgasmo a diferencia de cuando jugaba con su clítoris. Por su parte, Ao Bing se sentía en el cielo y se corrió pronto al ser la primera vez que experimentaba ese placer. Ne Zha gimió sorprendido cuando sintió un líquido invadir su interior.
—Zha er... lo siento— Ao Bing se disculpó sacando su miembro
Ne Zha vio cómo el pene de Ao Bing salía de su interior, era extraño sentirse vacío después de haber estado tan lleno, en especial porque el miembro de su tutor no fue lo único que salió de él, sino que además una mezcla de semen, lubricación y sangre le siguieron.
—Hicimos un desastre, mis padres van a matarme— Ne Zha se sonrojó al ver que habían manchado el sillón
—Tranquilo, limpiaremos después— dijo Ao Bing cambiando de posición, había recostado la espalda de Ne Zha contra el sillón y ahora estaba encima de él —Zha er, me hiciste sentir muy bien, te devolveré el favor
Ao Bing se agachó a la altura de los genitales del niño y tocó el clítoris del ger con su lengua. Ne Zha se llevó las manos a la boca para ocultar sus gemidos, los labios de su tutor se sentían incluso mejor que sus dedos. Ao Bing era tan altruista y un caballero en toda regla, por lo que era lógico que después de recibir tanto placer lo devolviera incluso con mayor intensidad. No pasó mucho tiempo para que Ne Zha se corriera y Ao Bing pudiera probar el delicioso néctar de un ger.
—Ahora entiendo por qué los emperadores tenían gers como concubinas, es adictivo estar con Zha er — pensó Ao Bing una vez que se separó de Ne Zha y se consumió en la erótica pintura que protagonizaba el cuerpo de su amigo
Una vez más, el niño se había quedado dormido después del orgasmo, por lo que Ao Bing tuvo que limpiar el sillón por su cuenta.
Ahora esta parecía ser su nueva rutina: estudiaban, tenían sexo, descansaban y se bañaban juntos. Todos los días descubrían algo nuevo por hacer, y de este modo Ao Bing vio el cuerpo del ger madurar poco a poco. Primero, vello liso y negro terminó por cubrir los genitales de Ne Zha, después, su pequeño pene por fin se desarrolló y ahora podía eyacular también por ahí.
Ao Bing estaba tan acostumbrado a la nueva rutina que se sorprendió una tarde que llegó y se encontró a la madre de Ne Zha en la casa.
—Señora Yin, buenas tardes.
—Hola Ao Bing, necesito hablar contigo— la señora Yin tomó suavemente del hombro al adolescente para que se acercara y pudiera susurrarle —Me llamaron de la escuela, Da yima vino a visitar a Ne Zha y no se siente bien, tuve que ir a recogerlo.
—Entiendo, ¿necesita que le ayude con algo?
—Pensé en llamarte para cancelar las tutorías de hoy, pero tal vez tenerte por aquí le suba el ánimo a Ne Zha— respondió la señora Yin —Debo volver al trabajo, ¿te importaría cuidarlo?
—No hay ningún problema.
—¡Gracias Ao Bing! Dejé dinero en la mesa del comedor por si Ne Zha quiere golosinas.
Una vez que la madre de Ne Zha se fue, Ao Bing se dirigió a la habitación del niño. Ne Zha estaba acurrucado en su cama, parecía una pequeña bolita de masa entre tantas cobijas.
—Zha er, ¿cómo te sientes?— preguntó Ao Bing
—Mi mamá me dio estas comprensas calientes, pero me duele mucho el estómago— Ne Zha se quejó
—Bueno, técnicamente no es el estómago.
—Cállate, no estoy de humor para estudiar.
Ao Bing no pudo evitar sonreír. Ne Zha tenía un carácter complicado, al parecer el ciclo menstrual lo ponía aún más irritable.
—Está bien, está bien— respondió Ao Bing —¿Qué se te antoja comer? Te haré lo que quieras.
—No tengo mucha hambre, pero... puedes...— Ne Zha hizo una larga pausa como si le diera vergüenza hablar —Puedes acostarte a mi lado para que no te quedes parado como idiota en la puerta.
—Quiere que lo abrace, pero le da pena decirlo en voz alta— pensó Ao Bing apartando las cobijas de la cama para abrazar a Ne Zha
Ao Bing acarició el cabello de Ne Zha y destapó su frente. Aunque a Ne Zha le acomplejaba su apariencia, a Ao Bing le encantaba ver su rostro.
—¿Sabes? Ahora que llegó tu periodo menstrual, debemos ser más cuidadosos al tener sexo o podrías quedar embarazado— dijo Ao Bing
—...para eso existen los condones— Ne Zha refunfuñó como si estuviera repitiendo algo obvio
☆
—"Por favor, hazme el amor".
—Por favor, hazme el amor.
—"Por favor, hazme el amor, Bing gege".
—¡Estás loco, no voy a decir eso!— Ne Zha se quejó
—Pero así solías llamarme cuando eras pequeño, ¿no recuerdas?
—¡Es vergonzoso, ya no tengo seis años!
—Bueno, entonces me voy— Ao Bing hizo el ademán de levantarse, pero los gritos de Ne Zha lo detuvieron
—¡No, no, espera!— Ne Zha le rogó, después hizo una pausa y tomó fuerzas para cumplir el capricho de su tutor —Por favor, hazme el amor, Bing gege.
—¡Zha er, eres tan tierno!— Ao Bing tomó entre sus brazos a Ne Zha y comenzó a besarlo
Ni siquiera la probabilidad de que ahora Ne Zha podía quedar embarazado detuvo a los chicos de tener encuentros amorosos. Después de todo un año, volvía a ser octubre y ambos cumplieron años. Ahora Ne Zha tenía 13 y Ao Bing tenía 17, sus días juntos se acabarían una vez que el mayor tuviera que irse a la Universidad. El próximo verano Ao Bing presentaría el gaokao, por lo que esta semana probablemente sería la última que podría ver a Ne Zha, ahora debía estudiar más duro que antes para el examen de admisión. Por su parte, Ne Zha había mejorado sus calificaciones en la secundaria y sus padres tenían fe en que él podría aprobar el examen cuando llegara su turno.
—Ah... Bing gege— Ne Zha habló entre gemidos mientras usaba los hombros de Ao Bing como ancla —¿Me cambiarás cuando encuentres... ngh... novia... en la Universidad?
—¿Ya estás celoso? No tendré novia— preguntó Ao Bing antes de besar el cuello de Ne Zha —Solo me gustan los gers trigueños y con ojeras de panda.
—¡Ah, idiota!— Ne Zha apretó los dientes cuando Ao Bing aceleró el paso de las embestidas
Ao Bing fingió demencia con aquella pregunta. No eran exactamente pareja, solo sentían un enorme deseo carnal el uno por el otro. Sin embargo, su corazón le impediría tener otro amante que no fuera Ne Zha. El pequeño ger que ahora se retorcía de placer debajo de él le había robado el corazón desde la primera vez que lo vio en el edificio, pero no sabía cómo acercarse a él hasta que tomó la oportunidad de defenderlo de unos matones en la escuela. Sentía que debía protegerlo del mundo, amarlo, convertirlo en su esposa y hacerlo parir sus hijos. Sin embargo, no se atrevía a confesar sus verdaderos sentimientos, pues sabía que Ne Zha no lo veía con los mismos ojos. Y tal vez debía llevarse ese secreto con él a la ciudad donde estudiaría la Universidad...
Chapter 2: Epílogo: 5 años después
Notes:
En el epílogo Ne Zha tiene 18 años y Ao Bing 22
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—No puede ser, llegaré tarde al examen— pensó Ao Bing mientras veía el reloj en la parada del autobús.
—Xiao gege, ¿necesitas que te lleve a algún lado?
Al parecer, la preocupación en la cara de Ao Bing era tan evidente que un chico en una motocicleta se ofreció a llevarlo.
—¿En serio? Me harías un favor muy grande.
—Olvidé traer un casco extra, espero no te importe usar el que traigo puesto— dijo el chico quitandose el casco
El aire abandonó los pulmones de Ao Bing cuando vio el rostro del chico. Su cabello ébano desvanecido en un wolf cut dejaba entrever la marca en su frente que lo diferenciaba como un ger, sus ojos de fénix estaban enmarcados por un sutil maquillaje smokey eye y un piercing decoraba su labio inferior.
—¡Zha er! ¿Qué haces aquí?— preguntó Ao Bing sorprendido, su corazón siempre reconocería a Ne Zha aunque pasaran mil años
—Este año empecé a estudiar en la escuela normal— respondió Ne Zha —¿Entonces subes o no?
Ao Bing tomó el casco que le ofreció su amigo y se subió con torpeza al asiento trasero de la motocicleta. Ne Zha aceleró de repente, por lo que Ao Bing se aferró a la ahora fornida espalda del ger. Jamás se había subido a una motocicleta, pero estuvo dispuesto a hacerlo solo porque su miedo de llegar tarde a su examen de maestría era mayor a su miedo a la velocidad. En menos de 10 minutos, Ao Bing ya estaba frente al edificio donde presentaría el examen.
—Te esperaré aquí, buena suerte— dijo Ne Zha estacionando la motocicleta
—¡Gracias, Zha er, te invitaré a cenar hoy!— Ao Bing se despidió mientras entraba al edificio
Dos horas después, todos los candidatos a la maestría salieron del edificio, entre ellos Ao Bing. El joven se enfadó cuando vio a lo lejos a su amigo fumando un cigarro.
—¿Qué crees que haces? ¡Fumar no es bueno para tu salud y le darás un mal ejemplo a tus futuros alumnos!— dijo Ao Bing mientras estiraba el brazo para quitarle el cigarro de los labios a Ne Zha
—Con esos lentes tan gruesos apenas y te reconocí— dijo Ne Zha para cambiar de tema
—Lo mismo digo, ya no cubres tu frente y ahora eres más alto que yo.
—Entonces... Bing gege— Ne Zha sonrió con coquetería cuando vio que el apodo hizo que Ao Bing se sonrojara —¿Me vas a dar de cenar?
—Siempre cumplo mi palabra.
Ao Bing llevó a Ne Zha a cenar a un huo guo en el distrito universitario.
—De cierto modo, me inspiraste a convertirme en profesor— comentó Ne Zha mientras comían —Sin tu ayuda no habría ni aprobado la secundaria, quiero hacer lo mismo por otras personas.
—También tienes tus propios méritos, Zha er. Si no hubieras tenido disciplina, ni yo ni los regaños de tu padre te hubieran motivo.
—Pero debes de reconocer que tus incentivos me ayudaron mucho— dijo Ne Zha subiendo las cejas en un tono sugestivo
Era verdad, hace 5 años cuando Ao Bing todavía era el tutor de Ne Zha, usaba el sexo como incentivo para que el niño estudiara. Las mejillas de Ao Bing se calentaron al recordar su aventura juvenil.
—Hace un momento dijiste que siempre cumplías tu palabra— Ne Zha volvió a romper el silencio —Eso significa que no tienes novia, ¿verdad?
—Así es— Ao Bing sonrió al saber lo que Ne Zha tenía en mente —Pero si quieres comprobarlo tú mismo, deberíamos ir a mi departamento para que decidas por ti mismo si una chica vive conmigo o no.
Al llegar al departamento, Ao Bing arrojo sus brazos sobre los hombros de Ne Zha y compartieron un beso apasionado. Ya no eran los mismos niños inexpertos, ahora sabían cómo complacer al otro. El sabor metálico del piercing de Ne Zha nubló tanto los sentidos de Ao Bing que no se dio cuenta que Ne Zha lo había arrojado al suelo del departamento y estaba encima de él. Antes de que Ao Bing pudiera protestar, sintió que aquellos sensuales labios color canela estaban rodeando su pene.
—¡Ah, Zha er!— Ao Bing gimió mientras llevaba una mano a la cabellera del ger
Ne Zha succionaba, lamía y recorría su miembro con tanta habilidad que Ao Bing supuso que tal vez había practicado con alguien más. Aunque su cuerpo sentía placer, su mente fue presa de los celos irracionales. Ao Bing apartó al ger con una patada suave, ahora era él quien tenía acorralado a Ne Zha en el suelo.
—¿Dónde está tu piedad filial? Los mayores deben comer primero— dijo Ao Bing mientras desvestía por completo a Ne Zha
Los pezones erectos de Ne Zha estaban adornados por un par de piercings, la vista era tan erótica que Ao Bing no dudó en probarlos con su lengua mientras pellizcaba la definida cintura del ger.
—¡Bing gege ah...!— Ne Zha gimió —¡Métemela ya!
Ao Bing se apartó del pecho de Ne Zha y bajó la vista a la entrepierna del ger. El miembro se erguía orgulloso mientras que su loto escurría rocío de deseo. Donde antes había un abundante jardín de delicias adornando los genitales, ahora había una pequeña franja de aterrizaje. Después de ponerse un condón, Ao Bing se adentró de una sola estocada en la calidez de Ne Zha y comenzó a moverse en su interior al violento ritmo de sus celos y de su lujuria reprimida.
—Zha er... hace muchos años dije que eras precoz— dijo Ao Bing entre estocadas —No tenía palabras... ah... para describir lo que eres.
—Nghh... ¿y... qué soy?— preguntó Ne Zha entre gemidos
—Eres... una zorra— Ao Bing siseó mientras aprisionaba con ambas manos los muslos de Ne Zha y aumentaba el ritmo de sus caderas —Eres una ramera que le abre las piernas a cualquiera.
—¡Ah! ¡Ah, sí!— Ne Zha admitió —Pero... nadie me folla tan bien como tú.
—¡Di que eres mío!— Ao Bing exigió
—¡S-soy tuyo, Bing gege!— para probar su punto, Ne Zha giró su cuerpo para esquivar las embestidas de Ao Bing. Una vez que el miembro del mayor estaba afuera de su cuerpo, Ne Zha le quitó el condón a Ao Bing —Solo tú puedes follarme así.
No le quedaba nada de cordura a Ao Bing, así que no lo pensó dos veces antes de volver a penetrar a Ne Zha. Era tan cálido como lo recordaba y, a pesar de que le había recriminado su promiscuidad a Ne Zha, en realidad el ger seguía tan estrecho como el día en que le había quitado la virtud.
Después de unas cuantas estocadas a pelo, Ne Zha alcanzó su clímax y eyaculó de ambos genitales. La vista era tan pecaminosa que Ao Bing se corrió poco tiempo después, al parecer Ne Zha había aprendido a tener orgasmos sin necesidad de estimular su clítoris.
La pareja compartió el aliento por un momento y se separaron una vez que el acelerado ritmo de sus corazones se calmó. Ambos se limpiaron y vistieron en silencio hasta que Ao Bing no soportó la incertidumbre.
—¿Es verdad lo que dijiste, Zha er?— preguntó Ao Bing —¿Eres mío?
Ne Zha se sonrojó, siempre había tenido problemas expresando sus sentimientos más profundos.
—No eres el único que siempre cumple con su palabra...
Ao Bing sonrió, no importaba que Ne Zha tuviera un aspecto intimidante ahora, para él siempre sería el mismo niño arisco que en realidad era blando por dentro.
Chapter 3: Bonus: Príncipe Alberto
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Ao Bing observó con detenimiento los piercings en los pezones de Ne Zha mientras se duchaban.
—Zha er, ¿no te dolió ponerte esos piercings?— preguntó Ao Bing señalando el pecho de su amante
—Mm no— respondió Ne Zha con sinceridad —¿Quieres ponerte unos?
—No, además no creo que se me vean tan bien como a ti.
—Desde que era niño siempre pensé que parecías un príncipe. Eres tan elegante, y tu cabello es muy largo y sedoso— admitió Ne Zha —Así que creo que el piercing príncipe Alberto se te vería bien.
—¿Príncipe Alberto? ¿Un príncipe extranjero tiene piercings?— preguntó Ao Bing inocentemente
—No, es un tipo de piercing que se pone aquí...— Ne Zha tocó la abertura del glande de Ao Bing
—Ne Zha, ¿cómo puedes decir algo tan vulgar?— Ao Bing se llevó las manos a la entrepierna para cubrirse y se puso rojo de los pies a la cabeza
Ne Zha simplemente se rio como si hubiera hecho alguna travesura.
—Sigue siendo tan infantil a pesar de ser un pervertido— pensó Ao Bing

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diamondsnsins on Chapter 3 Tue 16 Dec 2025 03:42PM UTC
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