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Fiesta de Animales

Summary:

Charlie decide hacer una pequeña fiesta entre los del hotel a ya casi un año de la pelea con el Cielo.
Lucifer aprovecha la oportunidad para "molestar" a cierto Demonio de la Radio.

Notes:

¡Hola!
Aquí vengo con mi primer aporte en español para el fandom RadioApple <3 Uf, años que no escribo fanfiction (y primera vez con 2 hombres), así que eso!
Este pequeño nació de un evento que hostee en mi servidor español RadioApple, mi prompt fue "Crossdressing" y pues, metí unas cositas más jej <3 #RASpanishEventito

(See the end of the work for more notes.)

Chapter 1: Primera Parte

Chapter Text

- “¿Fiesta de animales?”
- “¡Si! Una fiesta de disfraces, pero con animales.” -Aclaró la princesa del infierno con entusiasmo.

La pequeña reunión improvisada organizada por Charlie termino con todo el personal del hotel y Angel Dust en la pequeña sala de conferencias, todo el mundo se encontraba sentado alrededor de una mesa redonda, exceptuando a la rubia quien se encontraba frente a una pizarra blanca completamente garabateada con pequeños dibujos de animales y grandes letras de distintos colores deletreando “fiesta”.

- “Ya saben, una pequeña celebración, después de todo ya casi ha pasado un año desde que hicimos el pare a los exterminios, y todooooos han trabajo muy duro para seguir con el hotel.” – la princesa tomo una pausa para tomar una bocanada de aire y continuar. - “Así que, pensé, en hacer una pequeña celebración, ya saben, entre nosotros, para fortalecer nuestros vínculos y relajarnos~”
- “Bueno, Charlie” – El primero en hablar fue la estrella porno. – “Entiendo el sentimiento de querer hacer algo para levantar el ánimo, pero… ¿Por qué con temática?”
- “¿Por qué no?” - contrarrestó Charlie, con una sonrisa. – “Si quisiera beber y pasarlo bien con todos, simplemente iría al bar en la noche y listo, lo que quiero hacer, es darle un toquecito distinto, para que se distinga de una noche usual.” – termino con un tono suave, y su sonrisa apenas era una fracción de lo que era hace unos segundos.
- “¡Eso es una excelente idea hija mía!” – exclamó el rey del infierno con exceso de entusiasmo
- “Bueno, nunca diré que no a una excusa para tener una pequeña fiesta~” – Dijo Angel Dust encogiéndose de hombros.
- “¡Perfecto! Entonces la fiesta será mañana”

Y así fue como todos terminaron por aceptar la idea de una pequeña fiesta temática, se hizo el acuerdo de que aquellos quienes ya tuviesen alguna u otra característica de animal, podrían disfrazarse de otro o mantenerse como siempre. Inclusive, la rubia dio el día siguiente de la fiesta libre, todos estaban eximidos de sus trabajos en el hotel a modo de pasar la posible resaca o solo seguir con el relajo.

∘₊✧────────────────────────────────────✧₊∘

La noche finalmente cae, y todos los residentes se retiran a sus cuartos después de una deliciosa cena preparada por Angel Dust con ayuda de Husk. Todos ya empezando a hacer sus planes para la fiesta de mañana.

Lucifer se encontraba en su habitación en compañía de Alastor, quien se encontraba en un sofá individual escribiendo cosas en una libreta (seguramente cosas relacionadas al Hotel), mientras el ángel caído se encontraba en su cama, apenas con la camisa puesta y sus boxers, boca abajo admirando a su novio.

- “Te diría que tomarás una fotografía, que suelen durar más, pero ambos sabemos que no son de mi agrado, querido” – Dejando el bolígrafo a un lado y cerrando la libreta para dejarlos juntos, el pelirrojo se levanta del sillón para dirigirse hacia Lucifer.
- “¡Ja ja ja! Lo sé, lo sé, por eso prefiero intentar quemar mis retinas con tu hermoso rostro mi venadito~” – El rubio no pierde tiempo en arrodillarse sobre la cama para intentar cerrar la diferencia de altura entre ambos.

Rodando lo ojos ante las ocurrencias del rey, Alastor simplemente resopla y decide sentarse en la orilla de la cama para quedar junto a su amado, cruzándose de piernas y manteniendo sus manos a los lados en la cama.

- “¿Ya has pensado que hacer para la fiesta de mañana?” -pregunta el pelirrojo.
- “La verdad es que no fue una decisión muy complicada” – El más bajo responde mientras se mueve para quedar más junto al pecador.
- “Oh~ ¿Y se puede saber en qué animal pensarás representar?” – La pregunta venía con clara intención de burla, cualquiera que conozca a Lucifer sabe de la obsesión del monarca con los patos, no sería muy difícil suponer su elección.
- “Uhm… ¡Nop! Será sorpresa~” – Canturreo el más bajo, dándole un rápido beso en la mejilla a modo de jugueteo y “disculpa”. – “Tendrás que esperar a mañana en la tarde, lo único que te prometo, es que serás el primero el verlo~” – Lo último lo susurró en la oreja de Alastor, provocando un sutil escalofrío en el más alto y que la oreja se moviera un poco ante el estímulo.
- “Bueno, si es así como quiere jugar mi rey, quien soy yo para arruinar tu diversión” – En un movimiento rápido el pelirrojo toma a Lucifer de la cara con una mano y le da un suave beso en los labios antes de liberarlo y mirarle con una sonrisa.

∘₊✧────────────────────────────────────✧₊∘

Y así pasó la noche y gran parte de la mañana siguiente. Llegado la hora del almuerzo, se empezaba a respirar la anticipación de la fiesta que estaba solo a horas.
El almuerzo paso sin muchas novedades, aparte de alguno que otro comentario con respecto a la fiesta.

∘₊✧────────────────────────────────────✧₊∘

Faltando apenas unas 2 horas para el inicio de la fiesta, todos en el hotel desaparecen a sus respectivas habitaciones para prepararse.
Lucifer y Alastor habían acordado que para “mantener la sorpresa”, cada uno iría a su propio cuarto a prepararse, con Lucifer prometiéndole al pecador que estaría al menos unos 20 o 30 minutos antes de la fiesta para mostrarle su atuendo. Si el pelirrojo tuviese con quien apostar, estaba casi seguro de que el rey sacaría a relucir alguna versión modificada de su atuendo de Halloween, él por su parte, solo iría tal y como estaba, quizás dejando atrás su chaqueta en pos de la comodidad, ya que, solamente estarían las personas del hotel, y a palabras de Charlie “sería algo relajado, sin restricciones”, y con ello en mente se dirige al espejo para terminar de arreglarse y esperar a que Lucifer hiciese acto de presencia.

A solo 20 minutos de que llegara la hora acordada, Alastor se encontraba sentado en su sillón leyendo y revisando unas cosas del hotel cuando escucha un suave toque en su puerta, sin pensarlo mucho (ya que muy contadas almas se atreverían a tocar a su puerta), envía a su sombra para dar paso a su invitado mientras el termina de dejar todo ordenado sobre la mesa de té en la que se encontraban los documentos que estaba viendo.

El pelirrojo sabía de quien se trataba, y al estar sentado dando la espalda a la puerta, prefirió mantener la “emoción” de la sorpresa por unos segundos más, pero, antes de poder ver a su amado, siente un ligero cambio en el aroma natural de Lucifer, un poco más fuerte y dulce de lo normal, y no, no era ninguna especie de perfume o algo parecido que hiciera elevar el aroma del rey, y había otra cosa que no podía distinguir, pero antes de poder siquiera poner sus ojos sobre su amado, unas rápidas y pequeñas manos taparon su visión desde atrás, el respaldo del sillón separando sus cuerpos evitando más contacto que el de las manos de Lucifer sobre sus ojos.
Pasados unos segundos, siente el aliento del rubio sobre su oreja derecha.

- “Hola guapo~” – un saludo apenas audible por parte del monarca.
- “Querido, tal parece que estas extendiendo el factor sorpresa lo más que puedes ¿Eh?” – Alastor por su lado, no hace ningún esfuerzo por zafarse del “agarre” del otro. – “Aunque debo decir, puedo oler, que hubo un cambio”
- “Supuse que lo olerías antes de verlo cariño.” – suavemente aquellas manos negras se alejan de sus ojos, dejando que nuevamente la tenue luz de la habitación se haga presente en su visión.
- “Bien, entonces veamos a que se de-”

Las palabras del pecador quedaron en su lengua, ya que apenas volteó, lo primero que sus ojos registraron fueron un par de orejas, que eran una copia exacta de sus propias orejas, pero en color rubio, al bajar para seguir con su viaje por el cuerpo de Lucifer, notando que no solamente el monarca hizo una copia de su propia cola y orejas, si no también se dejó crecer una fina capa de pelaje blanquecino sobre la totalidad de su cuerpo. El rubio al notar la falta de palabras de su enamorado, esbozó una pequeña sonrisa y dando una pequeña vuelta para exhibir el resto de su “disfraz” el cual terminaba de consistir en un sencillo vestido veraniego de color celeste suave, el largo llegaba a unos pocos centímetros por sobre sus rodillas, dejando al completo descubierto sus hombros y por la parte de su pecho, dejaba entrever que también se dejó crecer un poco más el pelaje en esa zona, imitando la capa de pelaje más frondoso que poseía Alastor ahí. Claramente Lucifer había tomado la tarea de hacer su disfraz de animal basado en un ciervo, tal como él.

- “Una hembra, Al~ Mira bien, no tengo astas” – Comenta el más bajo, adelantándose a cualquier comentario que tuviese el otro demonio. – “Como supuse no entretendrías la idea de un disfraz, pues, quise que fuésemos a juego”
- “¿Quieres ir a juego conmigo? Vaya, debo decir que… me siento halagado” – Aprovechando la poca distancia entre ambos, Alastor toma una de las muñecas del rubio, atrapando al rey entre sus piernas abiertas y manteniendo su cintura atrapada entre sus manos, sintiendo la suavidad del vestido. – “Aunque conociéndote mi rey, estoy seguro de que esto es una excusa para jugar conmigo…” – acerca lo que más puede el cuerpo de Lucifer con el suyo, haciendo que la única barrera entre ellos fuesen sus ropas, un beso fue dejado en la base del cuello del rubio – “Sabes que no me controlo cuando empiezas con tus jueguitos” – otro beso, un poco más largo fue depositado en el mismo lugar que el primero.
- “Bueno, quien podría asegurarte si esto es un plan para dejarte loco, o simplemente una cosa inocente” – Lucifer pasa sus brazos por sobre los hombros del pelirrojo.

Luego de aquellas palabras, el Demonio de la Radio no perdió el tiempo y mordió el cuello del monarca, sintiendo a través de la ropa como el miembro del contrario comenzaba a hacerse presente. Asegurándose de dejar una marca apenas visible y beber un poco de sangre angelical, se aleja del cuello ajeno, relamiéndose los labios capturando el poco de sangre que quedaba ahí, mirando como Lucifer ya estaba hecho un desastre con apenas una mordida, sus mejillas coloreadas de aquel dorado característico de él y su respiración ligeramente más pesada.

Sin perder el ritmo, el más bajo toma el rostro del pelirrojo y lo besa con hambruna, un choque de dientes y un baile de lenguas que deja a ambos casi sin aliento. En medio del beso, se sintió el sonido de una oleada de mensajes de texto, lentamente y sin ganas, ambos se separan, mirándose mutuamente hasta que una nueva oleada de notificaciones interrumpe el silencio del ambiente, Lucifer rompe el contacto visual para alcanzar su dispositivo móvil. Mientras el monarca estaba distraído con su móvil, el pelirrojo desliza sus manos por la cintura del otro, y con una mano alcanza la cola de ciervo del rubio, jugueteando con ella de las mismas formas en que su amado hacía con la de él cuando estaban a solas.

- Uhm… mierda – Suspiró Lucifer, aun manteniendo la vista en el dispositivo. – No creí que tener una cola así fuese tan sensible como la mía… - Otro suspiro que estaba a unos pasos de un gemido.
- Y bien queridito ¿Quién requiere de tu atención además de mi persona? – Pregunta el pecador sin dejar de manosear la colita esponjosa.
- Uh, es Charlie, ya casi estamos en la hora y le prometí ayudar un poco antes de empezar la fiesta. – Explica el rubio, por fin despegando la vista del dispositivo y guardándolo en un bolsillo de su vestido. – Así que… aunque me duela un poco, deberemos dejar nuestra sesión para después~ - Antes de separarse definitivamente de Alastor, le da un casto beso en los labios.

Y sin más distracciones, Lucifer invoca un portal al primer piso del hotel, desde donde se encontraba el más alto no se veía nada, pero se empezaba a escuchar el ruido de sillas, sillones y cosas moviéndose, el rey no había dado más de dos pasos cuando, entre medio del ruido se escuchó la voz de Charlie.

- Oh, infierno… ¡Papá! – La rubia se abalanza a abrazar a su padre, casi levantándolo del suelo. – Te ves tan adorable, amo tu vestido…

Y el portal finalmente termina cerrándose dejando nuevamente la habitación de Alastor en su usual y cómodo silencio, pero el ambiente definitivamente no estaba tranquilo, al menos no en los confines de la cabeza del pecador, el olor de Lucifer al haberse transformado de una cierva hembra definitivamente le dejó el cerebro con cortocircuito, y al bajar la vista hasta su entrepierna, se notó que no solamente el rubio quedó con ganas de más, su erección estaba a todo dar, apretando incómodamente contra el cierre de su pantalón. Tomando una gran bocanada de aire, el pelirrojo trata de dirigir sus pensamientos a otro lado, ya que no faltaba mucho tiempo para el inicio de la fiesta y no podía dejar que todo el mundo viera que andaba paseando con una erección al cien, se concentró en terminar de ordenar su papeleo y encargó a su sombra guardar los documentos en un lugar seguro, ya que tenía como meta terminando la noche, reusar esa misma mesita de té para dejar a cierto monarca llorando de placer.

Terminado de ordenar todo y con la situación en sus pantalones controlada, el pecador se dispone a usar sus sombras para llegar más rápido al lugar de reunión.

Chapter 2: Segunda Parte

Summary:

Tras haber solucionado el problema entre sus piernas, Alastor decide hacer acto de presencia en la fiesta que apenas comenzaba.
Luego ya decide desquitarse con su monarca y dejarle "un pequeño regalo".

Notes:

¡Tantos meses!
No planeaba dejar esto sin su segunda parte por tantos meses, pero cosas que pasan, je.
Me disculpo de ante mano por el porno mal escrito, no es mi punto fuerte pero hice el esfuerzo 👉🏼👈🏼

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

Después de un corto viaje, Alastor aparece a los pies de las grandes escaleras principales, viendo como pasaban Charlie y Angel llevando snacks y bebidas. Sin pensarlo más, el pecador usa sus marionetas para alivianar la carga de los dos mencionados y hacer que los sigan hacia donde sea que estuvieran yendo. Dejando que ahora el grupito conformado por sus sombras, Angel y Charlie se marchase, el pelirrojo analiza sus alrededores teniendo una pequeña esperanza de encontrarse a su amado antes de reunirse con el resto del hotel, pero al parecer ese plan no podría ser posible. Así que un poco decepcionado, decide seguir el rastro de sus marionetas para finalmente terminar en uno de los salones desocupados del hotel, el cual había sido acomodado de forma en que la fiesta tuviese dos lados distintos, uno con una gran mesa que tenía todos los aperitivos y bebestibles, unas sillas agrupadas para tener a todos los asistentes cerca más dos sillones de tres cuerpos por si la gente quería ponerse cómoda, y al otro extremo de la gran habitación, otros sillones, almohadas grandes y mantas estaban acomodados frente a un gran televisor, dando a entender que ya entrada la madrugada terminarían con alguna película o serie… lo cual no le entusiasmaba en lo más mínimo, al menos había el suficiente espacio en medio de todo para una pista de baila improvisada, lo cual amenizo un poco su ánimo.

Tomando en cuenta a los presentes, solo faltaba el rey, y sabiendo que había llegado antes que él, debía asumir que aún estaba terminando de traer más cosas para por fin dar por empezada la fiesta.

- “¡Listo Charlie! Ya tenemos todo para empezar”. – Y puntualmente el rubio hace acto de presencia, usando sus clones (los cuales también tomaron la apariencia transformada del monarca) para traer lo que faltaba. – “¡Oh, Al!” – Su sonrisa se hizo más notoria al notar la presencia del pecador.
- “Vaya, vaya~” - La voz de Angel Dust interviene. – “El pequeño rey esta a juego con Sonrisas, que tiernos se ven, jaja”. – Menciona, provocando que el Demonio de la Radio se quedara rígido en su lugar, mirando al pecador araña con enojo, sintiendo como su rostro comenzaba a calentarse, mientras Lucifer solo se reía suavemente.
- “¡Jaja! Bueno ¿Quién me culpa por querer ir a juego con mi pareja?” – Fue su respuesta mientras pasaba por el lado de ellos para dejar las cosas en la mesa, y con un movimiento de mano hacer desaparecer los clones.

Agradeciendo a cualquier deidad, Angel no hizo ningún comentario más, solo se encogió de hombros con una sonrisa burlona dirigida a Alastor, claramente satisfecho con haberle hecho incomodar.

Después de aquel intercambio y unos suspiros de ternura por parte de la princesa, la reunión dio comienzo, nada del otro mundo la verdad, el pelirrojo puso a funcionar la radio que había en la habitación para dar un poco más de ambiente mientras todos conversaban entre sí.

Todos se encontraban sentados en las sillas, los únicos que estaban ocupando los sillones eran él mismo, ocupando uno, mientras que Husk y Angel ocupaban el otro.

Y así pasaron los minutos, que se fueron transformando en horas, entre conversación casual, anécdotas y finalmente Husk estaba haciendo un pequeño show de cartas para todos, Alastor ya sabía la base de sus trucos, por lo que decidió quedarse atrás y dejar que el resto disfrutara, para este punto de la jornada los asientos se habían reacomodado de sus posiciones originales, el sillón que ocupaban Husker y Angel Dust pasó a ser la pieza central de la configuración, los demás acomodaron sus sillas alrededor para que todos pudiesen ver los trucos, mientras que el sillón que ocupaba el pelirrojo quedó un poco más atrás del grupo, sin importarle mucho, ya que aprovechando que todos estaban distraídos, Lucifer incluido, ahora podía observar con detención a su rey. Sin un ápice de vergüenza, su vista estaba centrada en los muslos del rubio, quien se encontraba arrodillado en la silla más que sentado con el respaldo hacia el frente dejando que sus brazos descansaran sobre este, dándole una vista ininterrumpida de la espalda y trasero de su pareja, el vestido se movía obscenamente hacia los lados, y de arriba abajo junto a los movimientos del monarca, dándole una vista ininterrumpida de todo lo que había debajo…

- “Yo voy por más bebidas”. – La voz de Lucifer le sacó del trance, tratando de mirar a otro lado para evitar ser descubierto… ¿Cómo diablos cayó tan bajo? Definitivamente toda esta fanfarria del disfraz de ciervo era un truco para provocarle, y lo pervertido del monarca ya se le estaba pegando.
- “¿No quieres que vaya contigo papá?” – Ofreció Charlie, pero el rey negó con la cabeza.
- “No cariño, gracias”. – El más bajo ya estaba en el umbral de la puerta. – “Sigan disfrutando del show”. – Guiñó el ojo para finalmente desaparecer por el pasillo.

Encogiéndose de hombros, Charlie volvió a su asiento, todo retomó desde donde habían quedado, pero antes de que pudieran pasar más minutos, Alastor se levanta de su asiento, dejando su vaso vacío en la mesa y dirigiéndose por la misma puerta por la que había ido el rubio.

- “Charlie querida, iré a ver que tu padre no haga un desastre en la cocina”. – Anunció sin esperar a que le respondan, y comienza a desmaterializarse en su sombra.
- “Eh, claro…” - Alcanzó a escuchar antes de dejarse consumir por la oscuridad.

Y en menos de medio minuto ya se encontraba materializándose en la entrada de la cocina, donde efectivamente se encontraba Lucifer, a solas… Estaba en el fregadero vaciando una hielera en un balde metálico, y tal parece que no se había percatado de su presencia, maravilloso. Con una sonrisa que rozaba en lo predatorio, y acercándose a pasos suaves, Alastor toma a Lucifer por detrás, apegando su cuerpo lo que más podía al contrario, provocando un chillido de sorpresa en el rubio.

- “Mierda, Bambi, me asustaste…” - Suspiró Lucifer, dejando de lado la hielera y volteando su cabeza para ver al pelirrojo.
- “Era la idea mi estrella”. – Las manos del pecador comenzaron a acariciar en círculos la cintura del más bajo, provocando un suspiro.
- “O-oye… que…” - El monarca fue silenciado por los labios del más alto.

Aprovechando la posición, Alastor comienza a rozar su creciente erección en el trasero del rubio, haciendo que este soltara un pequeño gemido el cual fue ahogado en el beso, continuando con el roce de su ya duro miembro, una de sus manos se escabulle bajo el vestido de Lucifer, pasando unas caricias por la igual creciente erección del monarca, y baja más su mano hasta encontrar lo mojado de su entrepierna, pasando de manera suave las yemas de sus dedos por el clítoris del rey, sacando más gemidos que con gusto devoraba con sus labios y lengua. Lucifer por su lado, no podía hacer mucho, debido a que Alastor era notoriamente más alto, el acto de frotarse contra el trasero del bajo lo dejaba apenas de puntillas en el suelo, teniendo que afirmarse del fregadero para no perder el equilibrio, el rubio intentaba mover su cuerpo al ritmo del otro, pero lamentablemente no podía hacer mucho más que recibir todo lo que su demonio le daba, lo cual no le molestaba en absoluto.

Luego de unos pocos minutos de roces y caricias, Alastor decide hacerle una pequeña jugarreta al monarca, a modo de devolverle la mano con respecto a sus actividades antes del inicio de la fiesta, y definitivamente no podía ser el único de los dos siendo afectado, debía dejarle a Lucifer un pequeño recordatorio de que no podía ponerse a jugar de esas formas y salirse con la suya.

Sacando su mano de entre las piernas del rubio, se dedicó a admirar por unos segundos lo húmedo que quedó su mano, y sin perder más tiempo con ayuda de uno de sus tentáculos, se desabrocha el pantalón y hace un trabajo rápido para liberar su miembro, tomándolo con la misma mano que tenía los fluidos transparentes de su amado para darse unas caricias en su pene antes de acomodar al más bajo contra el fregadero, levantando el vestido lo suficiente como para dejar a la vista la ropa interior del otro… la cual definitivamente termina de confirmarle que todo esto solo era un juego para provocarle y dejarlo calenturiento, las bragas blancas con detalles en rojo se acomodaban perfectamente a su trasero. Guiando su duro pene, lo desliza por entremedio de las piernas del monarca, quedando perfectamente acomodado entre la vulva y las bragas. Sin esperar más, comienza a moverse suavemente, deslizándose entre los labios inferiores de Lucifer aprovechando que ya estaba mojado, el rey solo se dejó llevar, dando suspiros y gemidos mientras intentaba acomodar su pelvis y caderas para acomodar el miembro que se deslizaba en su sexo y ser penetrado por el pelirrojo, pero este no le dejó, manteniendo el deslice entre la caliente y húmeda vagina y las bragas.

- “A-Alastor… Por favor…~ “- Suplico el rubio, volviendo a voltear la cabeza para mirar a su amado con una mirada de súplica.
- “¿Por favor qué, querido?” – Al notar que Lucifer dejó de intentar que lo penetrase, una de sus manos tomó el pálido miembro del rubio y comenzó a masturbarlo lentamente.
- “Mé-mételo por favor”. – Las manos del ángel nunca dejaron la orilla del fregadero, tomándolo con fuerza, tratando de mantener su casi inexistente balance. – “Te-te necesito”. – Suplicó, con su cuerpo estremeciéndose del placer.
- “¿Y que hay de la fiesta, uhm~?” – La mano del pecador siguió acariciando el pene del otro. – “No querrás que Charlie se ponga triste por que nos fuimos antes ¿No?”
- “¡N-no!”

Pero antes de que el ex serafín pudiese decir algo más, el Demonio de la Radio decide acelerar su movimiento de caderas en ese momento, sintiendo como se acercaba al orgasmo gracias a lo apretado que tenía Lucifer sus piernas y la humedad de su vagina, el largo de su miembro era preciso para que, con cada embestida, la cabeza rozara con el clítoris del rubio añadiendo más al placer del rubio y provocando que su orgasmo se acercara peligrosamente. Luego de unos roces más, Alastor con un gruñido, termina entre los labios vaginales del monarca, asegurándose que su semen quedase atrapado dentro de la ropa interior del otro. Y al juzgar como el cuerpo del otro temblaba y la calidez de la mano que lo estaba masturbando, seguramente también había acabado.

En un rápido movimiento vuelve a acomodar su ya flácido pene dentro de sus ropas, con cuidado de no manchar el vestido de su amado, el pelirrojo saca su mano de ahí y procede a limpiar los fluidos del ex ángel con su lengua, y después ayuda al otro a acomodarse la ropa. Lucifer estaba a punto de mover su mano para limpiar el desastre de líquidos sexuales de ambos, pero Alastor tomó su muñeca antes de que pudiese hacer algo, volteándolo bruscamente y acorralándolo nuevamente contra el fregadero, quedando cara a cara.

- “Ni – lo – pienses – cariño”. – Le dijo con un tono de amenaza, viendo como las orejas rubias del rey bajaban en su cabeza. – “Vas a mantener ese pequeño regalo que te dejé ahí”. – Pasa su mano limpia por encima del vestido, aun sintiendo el calor de su actividad sexual. – “Tómalo como una pequeña venganza por estar provocándome con esto”. – Acentuó la ultima palabra con un suave tirón en la cola de Lucifer. – “Si lo mantienes ahí hasta que volvamos a nuestra habitación, te daré un premio ¿Si~?”
- “Maldita sea, Alastor…” - Un gruñido marcó el enojo del pequeño monarca, pero finalmente aceptó su derrota y relaja los hombros. – “Esta bien… creo que me pasé con el jugueteo, me lo merezco”. – Terminó de admitir, levantando su mano libre a modo de que se rendía y aceptaba la demanda del demonio.
- “Buen chico~” - Le dio un suave beso en los labios, le suelta la mano que le había tomado y se separa de él.

Luego de notar que los hielos se encontraban ligeramente derretidos, Lucifer los termina botando en el fregadero y crea unos nuevos con su magia para llevarlos.

Una vez ya estuviesen seguros de que no había la evidencia de su actividad sexual (exceptuando el ya frio semen del venado en las bragas del rubio) ambos vuelven con los demás, con varias bebidas y las cubetas de hielo. Para alivio de ambos, el pequeño número de Husk mantuvo a todos ocupados, por lo que nadie notó ni mencionó algo con respecto a la demora con las cosas.

- “Maldito Alastor”. - Lucifer maldecía en sus pensamientos apenas se sentó en uno de los sillones, con el show de Husk ya finalizado todos estaban comentado los trucos y las preguntas del “como hiciste eso” comenzaron a salir.

La pequeña celebración siguió con su curso, juegos con temática (los cuales el rey tuvo que rechazar amablemente, ya que eran juegos con mucha actividad física y había que evitar que la evidencia de sus actividades en la cocina sea descubierta), competiciones “sanas”, comer y beber, y terminando con bailes llenaron la jornada hasta su finalizar.

En algún punto de la noche nadie sabe quien fue (aunque se sospecha que fueron Angel Dust o Husk) hubo una especie de contrabando de alcohol más fuerte del que Charlie había aprobado para la noche, pero ya estando ligeramente mareada con alcohol que había permitido, simplemente lo dejó pasar y todos terminaron ebrios, unos más conscientes que otros. Charlie terminó completamente desvanecida, siendo llevada por su novia hasta su dormitorio, Vaggie dijo que ya mañana verían el tema del orden pero que nadie debía hacer mas desastre del que ya había. Detrás de ellas, salieron Husk y Angel, el último traía en uno de sus brazos una muy dormida Niffty, dieron sus buenas noches y terminaron abandonando el salón.

Lucifer y Alastor por su lado, ambos se quedaron en uno de los sillones, terminando sus últimos vasos de alcohol, acurrucados uno contra el otro en un silencio agradable el cual fue acompañado con la música del soberano que seguía tocando en la radio. Ninguno estaba ebrio, nada más ligeramente mareados.

En algún momento, el rubio comenzó a moverse un poco, como meneándose en su sitio contra el brazo del pecador. Alastor al sentir el movimiento dirige la vista a su pareja, quien se encontraba claramente ansioso o incomodo, era un poco de difícil de adivinar, pero el misterio no le duró mucho tiempo, ya que el rubio alzó la mirada y notó el sonrojo dorado del más bajo, pero no era solamente por el alcohol, también era por lo cachondo que comenzaba a sentirse.

- “Oye, Al…~” – Susurró de forma sensual. – “Creo que ya mantuve mi parte del trato~ Me merezco mi premio”

Y sin esperar respuesta del otro, Lucifer empuja al más alto para que quedase acostado en el sillón, para así poder treparse sobre él y quedar sentado sobre su pelvis, quedando perfectamente sentado sobre la ingle del venado. Un silbido de estática fue la única respuesta que pudo salir del pecador, mientras Lucifer tomaba el frente de su vestido y lo levantaba, tomando el dobladillo con su mentón contra su pecho para dejar sus manos libres y mostrarle todo a su amado.

- “Mira, tu semen aún sigue aquí, pero ya está frio…” – Una de sus manos paso por la zona, que con el paso de las horas se terminó secando casi por completo, apenas marcándose la mancha casi seca de los fluidos de ambos, su miembro escondido en la ropa interior aún no estaba erecto del todo. – “Creo que necesito que me marques de nuevo mi venadito en celo~”

Marcando sus palabras con un movimiento de caderas que tenían el objetivo de comenzar a despertar el deseo sexual de Alastor sin siquiera haber llegado a alguna de las habitaciones de ambos.

Tratando de no perder el control, el pelirrojo toma los muslos de Lucifer con fuerza, a modo de mantenerse calmado, casi enterrando sus garras en aquellos muslos inmaculados, pero la reacción de Lucifer fue más erótica de lo que esperaba, un quejido de dolor mezclado con un gemido de placer fue la respuesta que recibió, lo cual terminó de acabar con su paciencia.

- “Bueno mon cher, definitivamente has cumplido con tu parte, buen trabajo~”. – Susurró con lujuria, igualando su deseo al del hombre arriba suyo, el cual solo pudo responder con un temblor de cuerpo completo. – “Regresemos a mi habitación para darte tu premio” – Sugirió, volviendo a sentarse en el sillón aún con su pareja encima.
- “Si… si, por favor~”

El rey apenas terminó la frase e hizo dos cosas, la primera fue abrir un portal frente a ellos que los llevaba directamente adentro de la habitación del venado, y lo segundo fue lanzarse a besar con hambre a su amado, ahogando gemidos contra su boca. Alastor sin perder el ritmo, correspondió el beso mientras se levantaba del sillón, tomando el cuerpo más pequeño del trasero entre sus manos, para llevar a ambos al destino deseado y continuar con lo que habían dejado a medias en la cocina.

Notes:

¡Muchas gracias por leer!
La escena de la cocina era la original para escribir con el prompt, pero me ganó el querer darle más contexto y ya estaba cerca la fecha de publicación del proyecto, por lo que tuve que dejarla en el cajón y por fin me la pude sacar del sistema 💖
Espero que les haya gustado, no sé cuando volveré a escribir o publicar otra cosa :') La inspiración y las ganas de escribir me eluden...

Notes:

Cualquier cosa pueden ir a molestarme a mi Bluesky @miyokohaan.bsky.social