Chapter Text
La lluvia caía sobre Gotham como cuchillas heladas. Damián jadeaba, la katana aún teñida de sangre en su mano. Había cumplido la misión, pero no lo suficiente rápido. La explosión lo alcanzó antes de poder retroceder.
El fuego lo envolvió. Su cuerpo, entrenado para resistir, no pudo más.
El último pensamiento que cruzó su mente fue amargo:
*“Padre… no pude estar a tu altura.”*
Oscuridad.
Y entonces, calor. No el ardor de las llamas, sino un calor envolvente, vivo, como un corazón latiendo a su alrededor.
El muchacho abrió los ojos —no los suyos, sino los de un recién nacido—, y un llanto escapó de su garganta sin que pudiera detenerlo.
Lo sostenían brazos firmes y delicados a la vez, envueltos en seda roja y negra. Una mujer de cabello plateado y mirada ardiente lo contemplaba con orgullo.
—Mi hijo, Lucerys Velaryon —susurró Rhaenyra, con voz suave, coronando su frente con un beso.
Y más allá, un huevo rajado se agitaba, liberando al pequeño dragón que ya lo buscaba con la mirada.
Damián Wayne, asesino y heredero del Murciélago, había muerto.
Lucerys Velaryon acababa de nacer.
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